«Esta adquisición acelerará el crecimiento del negocio de videojuegos de Microsoft en dispositivos móviles, PC, consolas y la nube y proporcionará elementos básicos para el metaverso», señaló Microsoft en un comunicado.
Activision, el fabricante de «Candy Crush» con sede en California, se ha visto afectado por protestas de empleados, renuncias y una demanda que alega que permitió condiciones laborales tóxicas y acoso sexual contra las mujeres.
En los últimos siete meses, la compañía ha recibido alrededor de 700 informes de preocupaciones de los empleados sobre agresiones o acoso sexual u otras malas conductas, en algunos casos informes separados sobre el mismo incidente, informó The Wall Street Journal.
Casi el 20% de los 9,500 empleados de Activision Blizzard han firmado una petición para que el director general Bobby Kotick renuncie.