Miles de personas protestaron ayer en las principales ciudades de Colombia contra el Gobierno de Gustavo Petro en momentos en que su popularidad está en rojo tras 20 meses de gestión.
El variopinto grupo de convocantes incluyó organizaciones médicas, la oposición, fuerzas políticas de centro y algunos antiguos aliados que rechazan sus proyectos para estatizar el servicio de salud y algunas iniciativas de reformas, y protestar contra la violencia que no cede pese a las negociaciones de paz con grupos armados.
En la capital la lluvia no detuvo a los manifestantes y decenas de miles llegaron hasta la Plaza de Bolívar, vecina de la sede presidencial.
Petro llegó al poder en agosto de 2020 como el primer izquierdista en gobernar un país tradicionalmente dirigido por élites conservadoras.
Con 60 % de desaprobación, según la encuestadora Invamer, el mandatario ha ido perdiendo apoyo de las fuerzas políticas en el Congreso y también en la plaza pública, donde suele ser muy activo.
En Cali (suroeste), Medellín (noroeste), Barranquilla (norte), Bucaramanga (noreste) y otras capitales, los manifestantes se sumaron con banderas de Colombia, camisetas blancas y un grito al unísono: «¡Fuera, Petro!»
Uno de sus proyectos de reformas, el de la salud, dividió al país cuando Petro empezó a implementar por vía administrativa varios de sus ejes centrales ante las dificultades de lograr apoyos en el Congreso. El presidente aspira a reducir la participación de privados en la prestación de servicios sanitarios, y en los últimos días intervino varias de las entidades que sirven de intermediarias de los recursos entre el Estado y los hospitales, para controlar su presupuesto.