La derogación de la Ley de la Policía en 1994, la creación de la garantista Ley del Menor Infractor en 1997 y, el hecho de que en 1998 «se presentara un Código Penal para suizos», fueron mecanismos con los que los gobiernos anteriores planificaron allanar el camino de las pandillas, aseguró este miércoles el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro.
«Venimos de ese El Salvador posguerra que en 1994 derogaron la Ley de Policía que era la que le daba las herramientas a la autoridad, una ley de 1904 la derogan en 1994 ¿Cuál era el propósito de derogarse? ¿A quién le estaban preparando el terreno?», cuestionó Villatoro.
El titular de Seguridad indicó que el «Estado criminal» que imperó en El Salvador no ocurrió por casualidad y que lo planificaron en 1994 al momento de la derogación de la ley policial que sucedió cuando la Policía Nacional Civil tenía, a penas, un año de funcionamiento.
Otro mecanismo en pro de los grupos terroristas fue la creación de la Ley del Menor Infractor, que de acuerdo con Villatoro surge a raíz de que esas estructuras criminales iban a necesitar sangre joven y que sus delitos quedaran impunes. En efecto, las pandillas utilizaban menores para cobrar extorsiones o para asesinar, motivados por las frágiles penas, en caso de que alguno de los delincuetes fuera capturado.
A lo anterior, se suma que en los años 90, fueron deportados cientos de pandilleros desde Estados Unidos, lo que agravó el fenómeno, ya que rápido fueron proliferándose y estableciéndose como clicas.
«Y no les basta con eso, sino que en 1998 nos meten un Código Procesal Penal que tú te acuerdas de esa portada “Código Penal de suizos para El Salvador”. Y la única mentira que nos vinieron a dar y se gastaron millones de dólares de la Corte Suprema y del gobierno central para implementar esos códigos fue, que íbamos a sustituir el papel y que iba a ser un modelo acusatorio verbal», lamentó el funcionario.
A juicio del ministro todo eso fue una herramienta para que el Estado nunca pudiera derrotar al crimen organizado, «no fue de casualidad que llegó esto aquí al país, entonces con esa responsabilidad nosotros tenemos que seguir peleando y ahora más como hemos visto desde mediados del año pasado como ese miedo, ese temor, ese «ver oír y callar» que implementaban estos terroristas en las comunidades se ha venido derrumbando ya».