Cristhofer Alfredo Monroy Medina, de 36 años, es un fiel seguidor del Club Deportivo FAS, que lucha contra la fibrosis quística (FQ), que es un trastorno que daña los pulmones, el tubo digestivo y otros órganos. A pesar de eso, junto a su tanque de oxígeno, siempre asiste a alentar al equipo de sus amores en todos los escenarios deportivos y hoy espera festejar la corona 19.
En este torneo asistió a 13 partidos, incluyendo la fase de clasificación, y describió que su pasión es herencia de su padre, Alfredo Monroy. Considera que el amor hacia su equipo es un motivo para luchar por su vida. «Mi papá me llevó al estadio. En sus recuerdos, me cuenta que había algo curioso en un niño de tres años, le vio una mirada fija, ido, viendo hacia el campo. Hasta la fecha, mi papá dice que sigo siendo ese niño que se contagió de su misma pasión», expresó.
Mon, como es conocido por sus amigos de las gradas, nació con la enfermedad. Relató que hubo momentos difíciles, como cuando emigró a Estados Unidos en 2011; estando allá fue a un control médico y le dijeron que su diagnóstico era complicado. Afirmó que un médico le explicó que podría vivir nada más 20 meses, razón que lo motivó a regresar al país para ver a su familia y a sus amigos aficionados tigrillos.
«Cuando vine de Estados Unidos, en mi cabeza llevaba la cuenta regresiva, se me derrumbaron los sueños que tenía en ese momento. Cuando mi cabeza decía que me quedaban pocos días, recuerdo que hubo una persona que me dijo que disfrutara de los que más me gustaba y lo primero que pensé fue en FAS. Bendita sean las gradas donde conocí a personas de la barra (Turba Roja), como Mauricio Contreras y David Morán, que me dieron su apoyo moral», manifestó Mon.
También agradeció a Oswaldo «el Pichi» Escudero, extécnico de FAS, porque en su paso por el equipo le permitió viajar en el bus junto con los jugadores y entrar al camerino.
La final de hoy tiene un valor especial debido a que en la anterior no pudo estar, ya que en la semifinal ante Santa Tecla sufrió deshidratación y tuvo que ser hospitalizado más de una semana. Al finalizar la tarde, espera emocionarse al ver a FAS alzar la copa.