La calificadora de riesgo Moody’s Ratings subió dos escalones la nota crediticia de El Salvador, desde Caa3 hasta Caa1, citando una reducción del riesgo luego de la última recompra de bonos que realizó el Gobierno salvadoreño en abril.
La firma indicó que la operación redujo significativamente las amortizaciones hasta el 2027, por lo que colocó una perspectiva estable.
Es importante mencionar que la recompra también incluyó una nueva emisión de $1,000 millones del Estado salvadoreño con vencimiento en 2030, la cual sirvió para pagar a los tenedores que aceptaron la oferta.
El Salvador recompró $487 millones, aceptando todas las ofertas con vencimiento en 2025, junto con el 41 % y el 24.7 % de los bonos ofrecidos que vencen en 2027 y 2029 respectivamente.
Para la agencia calificadora estadounidense, el riesgo de impago de los títulos de 2025 disminuyó considerablemente, ya que con la reciente operación de abril solo quedan $99.6 millones pendientes, un pago que también estaría cubierto con los fondos obtenidos con la nueva colocación de títulos valores.
«La perspectiva estable equilibra la evolución positiva que ha llevado a una situación más favorable perfil de deuda, que podría reducir los riesgos crediticios relacionados con la liquidez de manera más significativa», indicó la firma.
«La capacidad de financiamiento de El Salvador sigue siendo limitada, pero se han creado nuevas opciones de financiamiento con acceso a los mercados internacionales de capital y una mejora en las percepciones del mercado», agregó.
Por otro lado, el reporte de Moody’s destacó que la reducción necesidades de financiamiento del Gobierno salvadoreño también es el resultado de un acuerdo de reperfilamiento de deuda de corto plazo con los bancos privados del país.
El 24 de agosto de 2023, la Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa) presentó una propuesta para modificar la estructura de emisión de deuda de corto plazo a plazos de dos, tres, cinco y siete años, la cual fue aceptada y aprobada por el Ministerio de Hacienda.
La estructura de la deuda de El Salvador, dejada por los gobiernos de ARENA y del FMLN, presentaba vencimientos no mayores a 365 días, lo que implicaba un esfuerzo fiscal importante para cumplir con estas obligaciones, por lo que Hacienda tomó a bien la propuesta de la banca privada.
La estrategia, que aún se está ejecutando, considera un plan de nuevas emisiones, a través del cual se hará el pago respectivo al vencimiento de cada título en posesión de la banca participante, y posteriormente la emisión de nuevos títulos a un plazo mayor, lo anterior sin incrementar la deuda del país.
Con esta iniciativa se busca reperfilar alrededor del 54 % del total de la deuda de corto plazo, que es la que poseen los bancos que participan. De forma puntual, esta operación implica alrededor de $1,500 millones.
«Los vencimientos más largos están contribuyendo en gran medida a reducir la las necesidades financieras anuales del gobierno y aliviar el riesgo de refinanciamiento […] Moody’s predice que las necesidades de financiación del soberano se redujeron hasta el 11.1 % del PIB en 2024 desde el 13.2 % en 2023, y que seguirán disminuyendo hasta el 9.1 % en 2025», precisó.
Asimismo, resaltó que la mejora «sustancial» de la seguridad interna podría respaldar mayores perspectivas de inversión y mayores beneficios económicos, así como crecimiento.
El presidente de la república, Nayib Bukele, celebró el anuncio en redes sociales y señaló que, si bien aún no se ha alcanzado la calificación deseada, ya se subió dos escalones más.
«Sí, sí, todavía estamos lejos, pero acabamos de subir dos escaleras más», indicó.
Mejora de otras calificadoras
Esta no es la primera ocasión que una agencia calificadora de riesgo sube la nota crediticia en más de un escalón al país. En mayo del año pasado, Fitch Ratings subió la nota crediticia de El Salvador en tres escalones, pasando de CC en su informe de febrero a CCC+.
En ese momento, Fitch destacó que la mejora en la calificación se debió en gran parte al pago a tiempo y con intereses del bono 2023 que hizo el Gobierno, así como al éxito en las operaciones de recompra de deuda, a la vez que afirma que otro evento de incumplimiento ya no parecía probable.
El Gobierno salvadoreño pagó en enero de 2023, $604 millones, más $23 millones en concepto de intereses generados por dicha deuda, ya que se adelantó a la fecha de vencimiento con dos ofertas de recompras efectuadas en 2022, en las que consiguió readquirir $647 millones en los títulos valores de 2023 y 2025. Dichas operaciones generaron $288 millones en ahorro a las arcas del Estado.
Asimismo, la calificadora de riesgo Standard & Poor’s (S&P) Global Ratings mejoró la nota crediticia de El Salvador en noviembre de 2023. En un informe, la firma estadounidense elevó las calificaciones de crédito soberano del país a B-/B luego de haberlas mantenido en CCC+/C.
Mientras que la firma internacional de servicios financieros Exor Latinoamérica considera que, en términos generales, la actualización de la nota crediticia de El Salvador desde una posición Caa3 a una Caa1 «implica una clara mejora en la percepción de solvencia crediticia del país».
Además, explicó que esta mejora en la nota de riesgo se genera debido a que la agencia considera una «menor probabilidad de episodios de estrés de liquidez», es decir, hay una disminución en la posibilidad de que el país experimente dificultades para cumplir con sus obligaciones financieras (pago de deuda) debido a la falta de efectivo, según la firma.