Una vez más el mundo ha visto con horror la forma cómo algunos migrantes salvadoreños han sido asesinados en su paso o estadía por México; el último crimen que ha generado repudio internacional fue la muerte de Victoria Esperanza Salazar Arriaza quien fue sometida de forma brutal por cuatro policías municipales en ciudad de Tulum, estado de Quintana Roo.
Antes de este letal episodio de prepotencia y exceso de fuerza otros salvadoreños murieron a manos de delincuentes mexicanos; uno de los casos emblemáticos fue en 2010 cuando el grupo narco «Los Zetas» masacraron en San Fernando, Tamaulipas, a 72 migrantes, entre ellos 14 salvadoreños.
Y la semana pasada, un video que circuló en redes sociales mostró justo el momento cuando uno de los policías hace presión con su rodilla en el cuello de la compatriota, originaria de Sonsonate, al punto de provocarle la muerte. Ella estaba boca abajo, maniatada y con las manos hacia atrás, tal como sucedió en mayo de 2020 contra George Floyd, un afroamericano que fue sometido por tres policías estadounidense hasta matarlo.
La imagen de la salvadoreña sometida al piso provocó la crítica internacional por el actuar de los policías, al punto que grupos mexicanos de apoyo a los derechos de la mujer protestaron en contra de este tipo de violencia. La presión social obligó a las autoridades a capturar a los agentes vinculados en el feminicidio de Victoria que deja en la orfandad dos hijas menores de edad.
«Pido justicia para mi hija porque fue algo injustificado», dijo Rosibel Arriaza, madre de Victoria con quien únicamente se comunicaban por Messenger.
«Me siento frustrada, impotente; hubiera querido estar ahí, ella no merecía esa muerte», lamentó.
La familia hizo el reconocimiento de Victoria por medio de fotografías y, según la madre la joven de 36 años, no tenía más parientes en ese país al que inicialmente se fue sin sus hijas, pero que una vez se estableció envió por ellas y las puso a estudiar.
Victoria tuvo que dejar el país en 2017 debido a que no pudo encontrar oportunidades de trabajo, su condición de madre soltera la llevó a buscar un mejor futuro para sus hijas en México y vio en Tulum, una ciudad que destaca por el turismo, las oportunidades que nunca encontró en El Salvador. Victoria planteó su caso y las autoridades mexicanas la favorecieron con una visa humanitaria.
2010: 14 SALVADOREÑOS VÍCTIMAS DE MASACRE EN TAMAULIPAS
En agosto de 2010 fue perpetrada una de las más sanguinarias masacres ocurridas en México donde 72 personas que viajaba a Estados Unidos de forma indocumentada fueron asesinadas, entre las víctimas había 14 salvadoreños.
Los cadáveres fueron localizados boca abajo, maniatados y con lesiones hechas con arma de fuego en una finca situada en el municipio de San Fernando, estado de Tamaulipas; las autoridades mexicanas responsabilizaron de la barbarie a Los Zetas, un grupo de narcotraficantes que operan al noreste de México. Imágenes de la escena fueron compartidas en redes sociales y consternaron al mundo.
2019: UN DISPARO EN LA CABEZA TERMINÓ CON LA VIDA DE ZENAIDA
El 14 de junio de 2019 trascendió en medios mexicanos el asesinato de María Zenaida Escobar, una salvadoreña de 19 años, originaria de Cabañas, a quien sujetos armados le dispararon en la cabeza cuando se encontraba en Veracruz en su travesía por llegar a Estados Unidos.
Poco se habló del caso en medios salvadoreños; no obstante, la prensa mexicana dio importante cobertura al caso debido a que agentes de la Policía Fronteriza fueron vinculados al hecho. Al respecto, la Fiscalía de Veracruz fue consultada por el diario El Universal sobre estos señalamientos y la institución reveló que el ataque provino de una patrulla tras una persecución que se prolongó por 20 minutos.
Zenaida viajaba en una camioneta junto a otras 16 personas y al llegar a Villahermosa sujetos armados dispararon. La familia de la joven había pagado $4,000 de $11,000 que les cobraban por el viaje.
2019: LE DISPARAN FRENTE A SU HIJA MENOR DE EDAD
Medios mexicanos informaron que agentes del Instituto Nacional de Migración, Policía Federal y elementos de la Fiscalía del Estado de Coahuila, México, estarían involucrados en el macabro asesinato de un inmigrante salvadoreño, ocurrido durante la noche del pasado 31 de julio después de salir de un albergue en la ciudad de Saltillo.
El salvadoreño de quien no fue proporcionada identidad fue asesinado a balazos frente a su hija menor de edad en la ciudad de Saltillo, estado de Coahuila, cuando supuestamente escapaba de una redada en la que habrían participado agentes de Migración y la Policía Federal, y en la que las autoridades “disparaban a matar”.
El homicidio fue denunciado por la Casa del Migrante, una organización que promueve el respeto a los migrantes. La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, al respecto, desligó al personal de migración y Policía Federal de este crimen. “La persecución de migrantes en México llegó a un extremo insostenible; exigimos un alto a la crueldad institucional que cobra vidas”, condenó la institución.
2019: DOLOR MUNDIAL POR LA MUERTE DE OSCAR Y SU HIJA VALERIA
Aunque no fue en circunstancias delincuenciales, la muerte de Oscar Martínez y su hija de Valeria de casi dos años, el 23 junio de 2019, generó consternación mundial cuando en redes sociales apareció una fotografía que los mostraba sin vida cuando intentaron cruzar el río Bravo entre México y Estados Unidos.
Fue la madre de la pequeña Valeria, esposa de Oscar, que vio impotente cómo sus principales amores eran arrastrados por corrientes del río. Los cuerpos del salvadoreño y su hija fueron hallados 24 horas después de la tragedia. En julio de ese mismo año ambos fueron sepultados en el cementerio La Bermeja, en San Salvador.