Elegante, impecable y ostentosa. Estas eran las características de la vestimenta que el exministro de Defensa en gobiernos del FMLN, David Munguía Payés, casi siempre utilizó para eventos de índole militar y otros a los que era invitado, pero que no requerían del tradicional verde olivo.
Lo anterior contrasta con las recientes imágenes vistas del exministro vistiendo la tradicional ropa blanca de reos comunes, sentado en una silla plástica en una de las celdas del Sector 9 del Centro Penitenciario La Esperanza, mejor conocido como Mariona, donde fue trasladado luego que el Juzgado Especializado de Instrucción A de San Salvador revocara el arresto domiciliar del cual gozaba tras ser procesado por los delitos de agrupaciones ilícitas, actos arbitrarios e incumplimiento de deberes en el marco de la «tregua» entre pandillas.
El 5 de mayo de 2015, Munguía Payés generó todo tipo de comentarios en las redes sociales cuando se le vio con un traje de saco y corbata en la 15ª edición del Encuentro Nacional de la Empresa Privada (Enade). El plateado y tonalidades de color morado, así como unos lentes oscuros fue tema de críticas en las redes sociales, principalmente, de ciudadanos que criticaron la opulencia en la vestimenta del exfuncionario ya que contrastaba entonces con la carencia de recursos en la Fuerza Armada para combatir la criminalidad.
Ese año fue uno de los peores en la historia de El Salvador, pues más de 6,600 salvadoreños fueron asesinados, lo que significó un promedio de 18 homicidios al día.
En mayo de 2017, el exministro de Defensa vistió un peculiar traje militar -al estilo del general Gerardo Barrios- durante la celebración del 193º de fundación de la Fuerza Armada, en la que estuvo presente el prófugo de Salvador Sánchez Cerén.
Fotos de Munguía Payés con el elegante traje militar circularon en redes sociales, y nuevamente las críticas de los ciudadanos estaban enfocadas en el tema de los recursos y que las autoridades deberían de enfocar esfuerzos para frenar los asesinatos que al cierre de 2017 cobró la vida de cerca de 4,000 salvadoreños.
En octubre de 2020, la Fiscalía General de la República (FGR) compartió imágenes de residencias de lujo y ranchos de playa que le fueron decomisadas al exministro, señalado por dicha institución de generar condiciones para que se diera la «tregua» entre criminales, la cual, según la acusación, fue avalada por el prófugo de Mauricio Funes.
En términos económicos, las propiedades fueron valuadas en $1,444,000; la Fiscalía detalló en esa ocasión que el general las había obtenido de manera ilícita cuando se desempeñó como funcionario en los gobiernos del FMLN.