Después de confeccionar 45 minutos deslucidos y un duelo atorado, el Municipal Limeño le sacó petróleo a su césped para dejar sin colmillos a un Isidro Metapán que llegó con aires de grandeza y en el techo de la tabla por el grupo B. Al final los anfitriones acabaron con diez hombres y colgados de la portería, pero felices.
El primer acto dejó escasos apuntes: poco para la crónica periodística y mucho menos para el exigente ojo de la hinchada limeña congregada en los graderíos del «Ramón Flores Berríos», que se quejó tanto del arbitraje, con o sin razón, como del pobre espectáculo ofrecido.
Y es que hasta la primera media hora que se pausó el duelo para que los jugadores se rehidrataran y cogieran una bocanada de oxígeno, apenas se contabilizaba una llegada de real peligro: un remate de Éver Rodríguez que se estrelló en el poste, y que dejó con hipo y los deseos de celebrar a los locales.
En este lapso Metapán, líder del grupo B, no dio más señalen para el relato que la sustitución obligada de Juan Barahona que, por lesión, debió dejar su puesto al experimentado central Milton Molina. En el cuarto de hora restante las malas intenciones y ambición siempre estuvieron del lado del anfitrión y así lo hizo sentir Rómulo Villalobos con un zapatazo de tiro libre, pero fue el jaguar quien dio la estocada antes de irse a la pausa.
Cobró una falta Fernando Castillo desde el sector izquierdo y le pegó con tanta fe al balón que este, con la complicidad del meta Abiel Aguilera, terminó en el fondo de la red cuchera, y para mayor disgusto de la hinchada local sonó el silbato para terminar la primera función.
A la vuelta de las duchas, con la afición aupando en las gradas y el calor oriental abrazando la causa, Limeño se desbocó en busca de la paridad, y el premio llegó oportuno. En el 59′, el capitán de los mantequeros, Yosimar Quiñones, se incorporó en un tiro de esquina y de cabeza colocó el 1-1 para medio consolar a su afición.
Una vez conseguida la paridad, el técnico Nelson Ancheta quemó las naves con el ingreso de Harold Alas y Robinson Aponzá para formar línea de tres en ataque y al 73′ ya estaba arriba 2-1. El tanto que le dio la ventaja y al final el triunfo, lo hizo Aponzá desde el manchón del penalti.
Con la derrota a cuestas los jaguares encimaron, pero se estrellaron con Aguilera que se reivindicó en el mejor momento ya que Limeño vio la expulsión de Quiñones y terminó con 10 en la cancha.