Dilan Gómez Carrillo tiene 14 años y reside en el caserío Las Hermitas, cantón Las Trancas, del municipio de Ozatlán, Usulután.
A diferencia de los jóvenes de su edad, que tienen otros intereses, él ha invertido su tiempo en practicar el dibujo y la pintura. Sus padres siempre lo han motivado para que desarrolle su vocación y recuerda que a los 11 años su mamá decidió inscribirlo en una escuela para que potenciara su talento.
«Mi mamá vio el desempeño que tenía y decidió matricularme en una escuela de dibujo y pintura en Usulután, y gracias a Dios he aprendido y he mejorado mucho», contó Dilan.
Hasta la fecha, se encuentra mejorando sus dibujos con técnicas como el grafito y la pintura con acrílico; sin embargo, no ha podido continuar aprendiendo más debido a que la situación de la pandemia le imposibilitó seguir movilizándose hasta Usulután.
A su corta edad, Dilan ha tenido la oportunidad de crear retratos y enviarlos a Estados Unidos. Cuenta que por lo menos ha mandado 25 trabajos a diferentes estados y actualmente se encuentra trabajando en algunas imágenes que le siguen solicitando.
«Varias personas me han encargado cuadros de Estados Unidos, y de aquí de El Salvador me han encargado rostros y paisajes», comentó el joven, quien agregó que lo que más disfruta pintar son paisajes. Recientemente ha incursionado en el dibujo digital, gracias a una persona que desde Estados Unidos le envió una tableta electrónica, ya que pudo ver su gran talento.
«Si Dios lo permite, quiero ser un gran artista, aprender a hacer nuevas técnicas y ser reconocido, pero para eso necesito apoyo para desarrollarme más», manifestó.
Tanto Dilan como su madre, Flor de Gómez, reconocen que una de las mayores dificultades es obtener el material y la pintura necesaria, ya que tienden a ser costosos.
El joven artista puede pasar desde dos horas hasta dos días creando algunos dibujos o retratos, dependiendo de la complejidad de estos. Él asegura que se toma muy en serio el arte, pero sin descuidar sus estudios.