Niños, de entre 11 y 15 años, fueron armados para proteger de la violencia a su comunidad en el municipio José Joaquín de Herrera del estado de Guerrero, en el sur de México, informaron diferentes medios locales; esta medida fue tomada por los pobladores luego que una familia de la zona fue secuestrada.
Integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitaria-Pueblos Fundadores (CRAC-PF) tomaron protesta como integrantes a un grupo de 5 niñas y 15 niños, a quienes «armaron», aunque algunos solo tenían carrizos a manera de rifles, informó el medio Infobae. Los menores de edad fueron capacitados para el manejo de armas de diversos calibres como calibre 22, escopetas y otras pistolas de menor tamaño.
Autoridades locales detallaron que los jóvenes de mayor edad se integrarían a la búsqueda de cuatro integrantes de una familia indígena secuestrada el pasado 18 de enero, mientras el resto de los jóvenes harán labores de vigilancia.
La familia secuestrada está integrada por Cecilia Gaspar Hernández, de 50 años; su esposo José Teodoro Domingo Ortiz, de 52, y sus hijos Roberto y Gaudencio, de 30 y 22 años, quienes el 19 enero fueron secuestrados cuando pastoreaban su ganado.
Los habitantes de la zona, que son de origen nahua, han exhortado al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y a la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, que ayuden en las labores de búsqueda de dichas víctimas.
La organización Save the Children lamentó la crisis que viven las comunidades, al desamparo de gobiernos municipales, estatales y federales.
Guerrero es uno de los estados más pobres del país y es usado por narcotraficantes para el cultivo de marihuana y amapola. México suma 431,000 homicidios desde 2006, buena parte perpetrados por el narco.