La puesta en marcha de un transporte marítimo entre El Salvador y Costa Rica abre inmensas posibilidades para la agilización del comercio que circula por Centroamérica.
Una de las principales ventajas del recién inaugurado ferri entre los puestos de La Unión y Caldera es el ahorro de tiempo para llevar mercaderías desde Costa Rica hacia El Salvador o desde El Salvador hacia Costa Rica, ya que un trayecto que por tierra demora al menos 96 horas se reduce a solo 18 horas por mar. Además, hay un evidente ahorro en el mantenimiento de los vehículos de transporte pesado, porque no se desgastan como si hubieran recorrido los cientos de kilómetros que separan a ambos países, con zonas en las que las carreteras están en mal estado o se exponen a diversos peligros.
El 10 de agosto, el buque Blue Wave Harmony
zarpó del puerto salvadoreño de La Unión hacia el costarricense puerto Caldera, en una travesía de 360 millas náuticas, en lo que fue el primer viaje de carga del ferri entre las dos naciones.
La embarcación tiene una capacidad máxima de 100 tráileres y dispone de espacios para que los motoristas descansen.
Si bien el viaje inaugural solo llevaba una fracción de la capacidad máxima de contenedores, sirvió para comenzar una modalidad de transporte de carga con mucho potencial de crecimiento, para afinar detalles y mejorar procedimientos.
Para la Corporación de Exportadores de El Salvador
(Coexport), el ferri, operado por la empresa canadiense Blue Wave Corporation, es una opción para los exportadores y mejorará la disponibilidad de transporte por la región.
Además, con la entrada en operaciones del ferri, el puerto de La Unión se activa de manera permanente como nunca lo estuvo en 15 años. Dos gobiernos del FMLN no pudieron poner en marcha esta obra de infraestructura ejecutada con fondos de Japón en administraciones de ARENA.
Por el momento, habrá que esperar el balance tanto de la empresa dueña del buque como de los usuarios. Una cosa es cierta: hay planes no solo de poner a operar una segunda embarcación para ampliar la capacidad de transportar mercaderías, sino también para incluir el transporte de pasajeros, lo que permitiría a salvadoreños y costarricenses embarcar con sus vehículos para hacer turismo o visitar a sus familiares.
Sin duda, el ferri trae nuevas dinámicas y abre las posibilidades de ampliar los mercados para los emprendedores de toda Centroamérica.