Naciones Unidas anunció el sábado que un total de 248 camiones con ayuda humanitaria llegaron a la Franja de Gaza desde el inicio de la tregua, y de ese número, 61 lo hicieron con suministros médicos, comida y agua en el norte del enclave.
Once ambulancias, tres autocares y un vehículo de plataforma fueron entregados al hospital Al Shifa -el más grande de ese territorio- «para ayudar a las evacuaciones», precisó un comunicado de la oficina de coordinación de asuntos humanitarios de la ONU (OCHA).
Según las autoridades israelíes, el establecimiento es el principal centro de mando de operaciones de Hamás en la Franja de Gaza, lo que el movimiento islamista niega.
«Entre más larga la pausa será posible enviar más ayuda de agencias humanitarias al interior de Gaza», añadió la nota al agradecer a los grupos de la Media Luna Roja de Palestina y Egipto.
«Saludamos la liberación de más rehenes hoy y renovamos el llamado para la liberación inmediata e incondicional de todos los secuestrados», indicó la OCHA.
«Y esperamos que la liberación de más detenidos palestinos traiga alivio a las familias y a sus seres queridos», agrega.
La Autoridad Penitenciaria israelí anunció el sábado por la noche que liberó a 39 presos palestinos, después de que Hamás liberara a un segundo grupo de rehenes en el marco del acuerdo entre Israel y Hamás que entró en vigor el viernes.
El acuerdo, que continuó temprano el domingo, prevé el regreso a Israel de 50 rehenes en cuatro días a cambio de 150 prisioneros palestinos. Esta pausa incluye la entrada de ayuda humanitaria y de combustible a Gaza.
Por varias semanas la ONU, oenegés internacionales y diferentes gobiernos han pedido una pausa en los combates o un cese el fuego con el fin de llevar ayuda de urgencia a la población del enclave que sobrevive en condiciones humanitarias desastrosas.
Integrantes de Hamás secuestraron a unas 240 personas durante su ataque a territorio israelí el 7 de octubre, en el que mataron a unas 1,200 personas, en su mayoría civiles, según las autoridades del país.
Israel lanzó en represalia una campaña militar por aire y tierra que incluye bombardeos y artillería para destruir a Hamás, los cuales han cobrado la vida de unas 15,000 personas, también en su mayoría civiles, incluyendo miles de niños, de acuerdo con las autoridades de Hamás.