A las últimas acciones en la Asamblea Legislativa relacionadas con adelantar el pago del bono semestral a los diputados salientes y sus empleados activistas se sumó el interés de favorecer con un año más la circulación de los buses que tienen más de 20 años de antigüedad; es decir, las chatarras que contaminan el ambiente en el país y que ese mismo viernes, el día de la aprobación del ominoso decreto, mataron a una señora en Santa Tecla.
Es increíble que los diputados salientes estén utilizando los últimos días en sus cargos para dejar en claro y con mucha contundencia el grado de sometimiento que tienen con sus financistas, con los grupos que quieren favorecer con sus últimas votaciones y que en esta semana y la próxima tratarán de acelerar para aprovechar al máximo el poder que perdieron en las elecciones del 28F.
En el caso del transporte colectivo, tampoco debemos olvidar que entre los mismos diputados hay dueños de líneas de buses o con amplios intereses en este sector, como el caso del presidente de la comisión de transporte, Jaime Sandoval, del FMLN, quien ha propuesto más de una docena de iniciativas para favorecer a los buses de su familia y que, sin duda, apoyó la última resolución, dado el secretismo con el que se manejó el tema en la sesión plenaria del viernes pasado.
La oposición también ha activado sus medios de propaganda para exigir que el pago del Fodes pendiente sea cancelado antes de que termine la actual administración de sus alcaldes. En pocas palabras, están reclamando el botín que se llevarán cuando entreguen a los alcaldes electos el gobierno de las municipalidades. A lo largo y ancho del país, los jefes municipales han preferido dejar sin electricidad a las oficinas y dependencias a su cargo, como ha sucedido, por ejemplo, en Quezaltepeque y en Pasaquina, o han paralizado la recolección de la basura, como sucede en Tonacatepeque, en Altavista, donde la gente, desesperada, ha empezado a darles fuego a los desechos que se acumulan en las aceras y en las calles de la colonia.
¿Qué se supone que harán al recibir los fondos que esperaban utilizar en campaña y que, debido a la emergencia de la COVID-19, no estuvieron disponibles? Sería muy ingenuo pensar que los usarán para resolver, en poco más de dos semanas, lo que no pudieron hacer en tres años. Los diputados salientes ya dieron una pista de qué hacen los que controlan las instituciones con presupuesto: se adelantan bonos y cualquier otra sospechosa «inversión».