Un promedio de 1.8 vehículos fueron hurtados cada día durante 2020 en El Salvador. Esa cifra bajó en relación con 2019, cuando registraron 2.8 vehículos robados por día en diferentes zonas del país, de acuerdo con los datos de la Dirección de Análisis, Técnicas de Investigación e Información (DATI), de la Fiscalía General de la República (FGR).
Los datos de la DATI detallan que en 2019 recibieron 1,033 denuncias por ese ilícito, y para el año pasado descen[1]dió a 656 casos. Las autoridades del Ministerio de Justicia y Seguridad atribuyen esa baja a los resultados del Plan Control Territorial (PCT), implementado por la administra[1]ción del presidente Nayib Bukele desde junio de 2019.
En 2019, el departamento de San Salvador encabezó la lista, con 472 casos; La Libertad tuvo 135; Santa Ana, 100; Sonsonate, 65; San Miguel, 59; Cuscatlán, 52; Usulután, 24; La Unión, 23; La Paz, 22; Ahuachapán, 21; San Vicente, 20; Cabañas, 18; Morazán y Chalatenango, 10 casos y dos que no fueron determinados.
En 2020, en San Salvador fueron denunciados 311 hurtos; en La Libertad, 68; en San Miguel, 59; en Santa Ana, 44; en Sonsonate, 31; en Cuscatlán, 29; en Ahuachapán, 25; en Usulután, 24, en La Paz y en La Unión 13 respectivamente; en Cabañas, 12; en San Vicente, 10; en Morazán y Chalatenango, ocho en cada uno y uno no fue determinado.
Entre las víctimas está Gustavo Ricardo Cerna, a quien una banda de robacarros le hurtó tres carros de su empresa de alquiler de vehículos, situada en el departamento de Usulután. Del total solo pudo recuperar dos y hasta la fecha todavía busca un pick-up valorado en más de $14,000.
Cerna relata que la banda renta los automóviles con documentos falsos: DUI, NIT, licencia de conducir y hasta recibos de energía eléctrica a nombre de ellos, pero con direcciones de otras personas. Explica que los sujetos cancelan la semana completa de alquiler y luego los automotores aparecen en aplicaciones de venta de objetos a precios de remate.
La víctima detalla que, para ello, los delincuentes se auxilian con notarios para falsificar las compraventas: «Ellos hacen compraventa a favor de ellos y las venden a terceras personas, estafando a terceras personas».
Narra que su caso se originó en Sonsonate y los tres vehículos fueron entregados en una gasolinera con toda la documentación, ya que los «clientes» así lo solicitaron. Manifiesta que el alquiler no levantó sospecha porque su negocio entrega en el aeropuerto y en todas las zonas del país.
Cuenta que los días pagados por los sujetos se vencieron y comenzaron las respectivas llamadas a los celulares brindados; sin embargo, los delincuentes no contestaron, lo cual levantó las sospechas y cayeron en cuenta que estaban ante un hurto. Luego el empresario emprendió una búsqueda por medio de las direcciones que aparecían en las licencias y en los documentos únicos, pero ya en los lugares se dieron cuenta de que eran de otras personas.
Agotadas esas vías, Cerna señala que interpusieron las denuncias ante la Policía Nacional Civil (PNC) y la FGR, y tras varios días de trabajo conjunto lograron recuperar dos de los tres vehículos hurtados. «Por medio de la alerta a nivel de PNC y FGR es que los decomisaron, porque ahorita uno está en Santa Tecla y el otro está en Sonsonate. Son pérdidas para nosotros», dijo.
Las estadísticas de la DATI registran 29 capturas por hurto de vehículos automotores, 17 en 2019 y 12 en 2020. Ese ilícito es penado de ocho a 12 años de cárcel, de acuerdo con el artículo 214, literal d, del Código Penal.
CONDENAN A BANDA DE ROBACARROS QUE VENDÍA LAS PARTES EN HONDURAS
En enero de este año, el Juzgado Especializado de Sentencia B de San Salvador condenó a penas de hasta 89 años de cárcel a cuatro hombres que integraban una banda que por dos años se dedicó al hurto de vehículos en Cojutepeque, San Salvador, Aguilares, Chalatenango y Apopa, y que posteriormente desmantelaban y vendían por piezas en Honduras.
Wilfredo Martínez González fue condenado a 89 años de cárcel por los delitos de hurto de vehículo, hurto agravado, receptación de vehículo y receptación de vehículo automotor o sus piezas provenientes de hurto.
Otro de los condenados es Rolando Vercelli Corvera Iraheta, que fue sentenciado a 42 años y medio, mientras que Mario Ernesto Rico Rivas fue condenado a nueve años de cárcel, y Marciano Eduardo Alvarado Vásquez, a cinco años y medio.
La investigación reveló que los miembros de la banda delincuencial llevaban a cabo labores de ubicación de los vehículos, planificaban y ejecutaban el hurto; además, desarrollaban vigilancia en la ruta de traslado y los ocultaban para que algunos de estos automóviles fueran llevados posteriormente a Honduras, para lo cual preparaban la documentación falsa para burlar la autoridad. Otros los desmantelaban para venderlos por piezas en el país.
El 12 de septiembre de 2017, los imputados hurtaron varios automotores en Cojutepeque, San Salvador, Aguilares, Chalatenango y Apopa.
Entre 2019 y 2020, 26 personas fueron condenadas por ese delito, mientras que nueve quedaron en libertad.