A cuatro meses de cumplir dos años de la aparición de la pandemia por la COVID-19, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) reconoció que no tiene una fecha estimada del control del virus para que Latinoamérica y el Caribe regresen a la normalidad, especialmente cuando la vacunación es la clave y la región registró un avance que sobrepasa el 23 % de población inmunizada.
«Hay una ansiedad de todos por saber cuándo finalmente se tendrá control completo de la pandemia, pero no tenemos condiciones ahora para determinar qué fecha será», dijo el subdirector de la OPS, Jarbas Barbosa, al ser cuestionado durante la conferencia sobre la actualización de la situación y las pasadas proyecciones de expertos de tener el control del virus en dos años.
El subdirector expresó que de lo que sí están seguros es de que la pandemia está más cerca de terminar que hace un año, debido a las vacunas y por su comprobación de salvar vidas, proteger a las personas, disminuir los casos graves y las hospitalizaciones.
«En cuanto más países puedan tener acceso a las vacunas y haya más personas vacunadas con las dos dosis, así es como estaremos más cerca del fin de la pandemia».
Subdirector de la OPS, Jarbas Barbosa
Para la OPS, lograr la cobertura del 80 % de la población en Latinoamérica y el Caribe completamente vacunada es esencial y por ello todavía no recomienda la aplicación de una tercera dosis, pues todavía hay decenas de miles de personas sin acceso a las dos primeras producidas por diferentes farmacéuticas. La región alcanzó cerca del 23 % con la población vacunada y hay países que tienen una cifra inferior al 5 %, como Jamaica, según la institución.
«No tenemos suficientes datos para recomendar una tercera dosis. Nuestros especialistas están realizando estudios, ensayos clínicos y recabando documentos para obtener pruebas científicas que respalden la sugerencia de una tercera dosis o refuerzo», confirmó la directora de la OPS, Carissa Etienne.
«Es esencial contar con el análisis de estos datos a fin de brindar la recomendación idónea, que tal vez sea diferente para cada vacuna y por grupos específicos, por ejemplo, las personas inmunodeprimidas, los adultos mayores y la población en general», profundizó Etienne. Llamó al acceso equitativo de las vacunas por ser «la mejor respuesta de salud pública a esta amenaza [la pandemia]».
La mascarilla reduce hasta el 20 % la transacción
Aunque las vacunas son las protagonistas para frenar las infecciones, el subdirector Barbosa también resaltó la importancia de cumplir las medidas de bioseguridad que cortan la cadena de contagios.
Si todas las personas utilizaran las mascarillas se podría reducir entre el 10 % y el 20 % la transmisión de la COVID-19, reflexionó Barbosa.
«Mantener las medidas, evitar las aglomeraciones y ampliar el acceso a las vacunas para que la población se pueda inmunizar son las medidas que acercan el final de la pandemia. Esa es la tarea que tenemos», reconoció.