Los datos publicados por el Banco Central de Reserva para enero de 2021, comparados con los del mismo mes del año pasado, muestran que la economía salvadoreña se encuentra avanzando en el proceso de reactivación económica: las remesas familiares son mayores, la producción industrial está creciendo más rápidamente, las exportaciones de la maquila son mayores. Los pronósticos sobre el crecimiento económico del país durante 2021 son esperanzadores: el Banco Central de Reserva anunció que será de entre 3.5 % y 4 %; el Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo que será de 4 %, y el Banco Mundial, de 4.6 %.
Las exportaciones están creciendo menos que las importaciones, lo que aumenta el déficit comercial, pero las importaciones de bienes de capital son las que crecen más. Esto demuestra que los empresarios salvadoreños están invirtiendo para hacer crecer la producción en los próximos meses.
El Gobierno salvadoreño está negociando un nuevo préstamo con el Fondo Monetario Internacional para hacer frente a los problemas financieros que se presentarán durante el resto de 2021, así como en 2022 y 2023. Parece que el Gobierno se resiste al aumento del impuesto al valor agregado (IVA), ofreciendo en cambio ser más riguroso para evitar la evasión fiscal (no pagar los impuestos que según la ley hay que pagar). Ojalá que el Gobierno prepare urgentemente las reformas a las leyes de impuestos para que los grandes contribuyentes no se escuden en la letra de la ley para no pagar los tributos (elusión), pero también reestablecer el impuesto a la propiedad y aumentar los impuestos o aranceles a los bienes de lujo (suntuarios).
En los tres años próximos, los salvadoreños tenemos la tarea de sacar al país de la profunda crisis económica estructural que sufrimos desde hace un poco más de treinta años, agravada por la caída de la producción y el incremento del endeudamiento público generado para hacer frente a la pandemia durante 2020 y 2021.
La recuperación económica debe tener los objetivos siguientes:
• Vacunar al menos al 90 % de la población mayor de 15 años.
• Consolidar la estrategia de control territorial por parte del Estado.
• Mejorar la concertación con los micro, pequeños y medianos empresarios privados.
• Utilizar el gasto público para favorecer a la gran mayoría de la población.
• Mejorar el sistema de pensiones para asegurar una pensión digna y disminuir el financiamiento gubernamental para pagar la deuda de pensiones.
• Orientar el financiamiento obtenido de otras fuentes financieras distintas del FMI hacia el incremento de la producción de bienes y servicios mediante proyectos evaluados económica y socialmente.
• Reducir los gastos públicos que no sean necesarios para ofrecer servicios públicos de mejor calidad y contar con una gobernabilidad necesaria para impulsar el desarrollo económico y social.
• Negociar la recontratación de la deuda pública para disminuir los intereses y alargar el calendario de las amortizaciones.
Un elemento fundamental para mantener la gobernabilidad necesaria es llevar a cabo la labor gubernamental con transparencia, disminuir los salarios de los funcionarios públicos de alto nivel, así como las prestaciones adicionales como sobresueldos, seguros, viáticos, etc. Se debe apoyar los esfuerzos de la ciudadanía para mejorar el acceso a la información para poder ejercer su derecho a la contraloría social.