Por décadas y bajo la displicencia de los gobiernos de ARENA y FMLN, las pandillas mantuvieron sometidos a los salvadoreños, pero cuando el presidente Nayib Bukele asumió el mandato el 1 de junio de 2019 se comenzó a gestar una transformación de país hasta convertirlo en el más seguro de América Latina, borrando la imagen negativa que lo ubicaba como el más violento, donde nadie quería invertir y muchos lo pensaban antes de viajar.
Esa transformación de El Salvador en materia de seguridad comienza a tomar forma el 20 de junio de 2019 cuando el presidente Nayib Bukele anunció la ejecución del Plan Control Territorial (PCT), una estrategia elaborada junto a su equipo de confianza, la prioridad era reducir la violencia homicida.
«El Plan Control Territorial estuvo diseñado, desde un inicio, con un enfoque amplio para prevenir que se repita el ciclo de la criminalidad. No solo superó a todas las demás estrategias previas de presunta seguridad, sino que además, el equipo del presidente Bukele demostró tener una sólida capacidad para ejecutar el plan» destaca un informe de Gobierno.
El PCT fue anunciado que se implementaría en siete fases, seis ya están activas, para ejecutar las primeras tres el Gobierno tuvo que maniobrar como pudo ya que la oposición desde la Asamblea Legislativa trató de impedir la implementación del plan.
Pero con la llegada de una nueva Asamblea Legislativa el gobierno encontró todo el apoyo necesario y seguir implementando la estrategia que luego fue dinamizado con el régimen de excepción, dijo el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro.
«Una vez, por elección y decisión soberana del pueblo salvadoreño se adquiere mayoría en la Asamblea, empieza todo este trabajo y mecanismo a solidificar la estrategia de seguridad» dijo el funcionario el pasado 15 de septiembre.
La primera fase del PCT fue denominada «Preparación» estuvo enfocada en crear las condiciones para que la Policía Nacional Civil (PNC), con el efectivo apoyo de la Fuerza Armada, pudieran avanzar a través de una detallada preparación y comenzar a recuperar los territorios, en favor de la población honrada. La clave de esta etapa fue tomar el control del sistema penitenciario.
La fase dos fue «Oportunidades» con un enfoque de prevención de violencia y la reconstrucción del tejido social; mientras que la fase tres fue «Modernización» consistente en la dotación de herramientas y equipos tecnológicos para combatir el crimen.
«Estos dos capítulos hacen énfasis en la prevención, desde el lado de la población y también de la capacidad instalada para combatir el crimen. Fue así que inició la construcción de los Centros Urbanos de Bienestar y Oportunidades (CUBO) y la fuerte inversión para fortalecer a instituciones como la PNC y la Fuerza Armada con más insumos y la dignificación de su labor», según detalla un informe de la Secretaría de Prensa de la Presidencia de la República.
Sentadas las bases de una integra estrategia llegaba el momento para que las fuerzas de seguridad se hicieran sentir con profesionalismo y efectividad en las fases cuatro y cinco denominadas «Incursión» y «Extracción».
La clave y el éxito de estas dos etapas del Plan Control Territorial fueron enfrentar con severidad a los criminales, de esa manera el Gobierno debilitó las estructuras terroristas y liberando a la gente de las comunidades, barrios y colonias que por años se habían convertido prisioneros de las pandillas.
Ese antes y después quedó evidenciado con las cinco fases del PCT ya que a las pandillas se les revirtió todo, ya no era la gente la que huía y se mantenía como prisionera en sus comunidades, sino que fueron los terroristas los que comenzaron a ser encarcelados y expulsados de los territorios que por décadas habian controlado.
El golpe final para los terroristas llegó el 7 de marzo de 2022 cuando el presidente Nayib Bukele declaró la guerra contra las pandillas y ordenó instaurar el régimen de excepción que se mantiene vigente y que ha llevado a prisión a más de 72,500 pandilleros y colaboradores.
El pasado 15 de septiembre, el presidente Bukele anunció la sexta fase del PCT denominada «Integración» la cual construirá las bases para una sociedad más unida y las acciones serán ejecutadas por la Dirección de Integración que estará a cargo del argentino Alejandro Gutman y contará con un financiamiento de $30 millones.