Águila mantiene su vuelo a ras de piso. Los emplumados, que anidaron en el estadio Correcaminos cayeron este miércoles ante un gallo que mostró sus espuelas y sacó petróleo de Morazán.
Los viroleños encontraron el tanto de la ventaja recién levantado el telón para dar la segunda función. Fue Eber Caicedo quien en el 47’ se encargó de abrir la lata y borrar la sonrisa de los migueleños congregados en el estadio Correcaminos de Morazán.
Antes de eso el duelo había sido bastante parejo y de muy pocas emociones: apenas un par de centros tibios y un misil de Melvin Cartagena que obligó a sacar las alas al portero de los gallos Ismael Valladares.
La jugada llegó sobre los 30 minutos de juego y fue lo más claro que el equipo negro naranja consiguió hilvanar con claridad sobre la meta de los viroleños a lo largo de todo el primer tiempo.
La apatía, desgano y sobre falta de ambición de los migueleños, sin embargo, les costó caro porque Platense que se juega la vida en cada partido llegó al gol y eso les inyectó los ánimos suficientes para buscar el tanto de la sentencia.
Y lo consiguió gracias a Roberto Melgar que en el 69’ fue asistido desde la izquierda y con un potente zurdazo le dio destino final al balón que besó la red luego de superar al portero Rafael García.
Una vez ampliada la ventaja, Jorge el «Zapatero» Abrego retrocedió líneas y cosió los espacios atrás para evitar sorpresas. En ese tramo cedió la iniciativa a los locales y especuló con la contra. Al final la estrategia le valió tres puntos de oro.