El Gobierno del presidente Nayib Bukele definió como su prioridad la defensa de los derechos de los ciudadanos. En su primer mandato, el principal derecho violentado de la ciudadanía era el de la vida debido a la impunidad y crueldad de las pandillas con la que, durante décadas, operaron en el país con la complicidad de las corruptas administraciones de ARENA y del FMLN.
Las exitosas políticas de seguridad del presidente Bukele, logradas con el Plan Control Territorial y el régimen de excepción, permitieron que los salvadoreños conocieran la paz y la tranquilidad. De forma paralela, los esfuerzos del Gobierno se centraron en reconstruir el tejido productivo que estaba dañado por la violencia de las maras y en construir las bases para el futuro desarrollo.
Gracias a la seguridad, en el país el despegue del turismo es una realidad. Cada año se rompen los récords de visitantes y se ha generado una ola de entusiasmo para desarrollar infraestructura para atender a los turistas. Se complementa con la formación de más salvadoreños en áreas de hostelería y cocina internacional, además de la creación de empresas dedicadas a organizar visitas a los sitios más icónicos del país, entre los que ahora destaca el Centro Histórico de San Salvador, remozado, modernizado y rescatado por el actual Gobierno, un proceso que se inició cuando el presidente Bukele fungió como alcalde capitalino.
En su segundo mandato, el presidente Bukele perfiló como su prioridad la economía. La meta es alcanzar el mismo éxito que se logró en seguridad. Después de desarticular a las pandillas, un problema que los viejos políticos hicieron creer que era un problema imposible de resolver, aspirar a un desarrollo económico superior es algo que cada vez vemos como una realidad más cercana.
La base para mejorar la economía nacional pasa, necesariamente, por garantizar la defensa de la economía de los hogares. Para esto, el Gobierno lanzó una serie de medidas que combaten la inflación y los altos precios de los alimentos.
La estrategia de los agromercados y la central de abastos ha dado resultado. De acuerdo con un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), El Salvador tiene los precios más bajos de los alimentos en una muestra de 50 países estudiados.
El impacto en los hogares es palpable y es una muestra de que el Plan Económico del Gobierno va por buen rumbo.