Durante el siglo XX fue un lugar común para los ecuatorianos referirse a su país como una «isla de paz». La aparente ingenuidad de la frase encontraba justificación al comparar al país con sus vecinos que habían vivido hasta entonces una historia violenta de enfrentamientos armados que, sin embargo, no llegaron a afectar la institucionalidad del país. La historia de Colombia en la mayor parte del siglo XX, su vecino del norte, que comparte una frontera terrestre con Ecuador de 586 kilómetros, pareció justificar aquella tranquilizadora, aunque un tanto ingenua, denominación.
Los colombianos comenzaron el siglo XX con una guerra civil, la de Los Mil Días (1899-1902), que causó alrededor de 40,000 muertos y que tuvo como final la pérdida de Panamá en 1903. Entre 1946 y 1966 (no hay límites históricos precisos) Colombia vivió el período de «La Violencia», que tuvo como uno de sus momentos más explosivos el asesinato del candidato presidencial Jorge Eliécer Gaitán, en abril de 1948, magnicidio que desató el bogotazo que destruyó buena parte de la capital y causó la muerte de 2,500 personas, aproximadamente. Aunque no hay cifras exactas, «La Violencia» dejó un saldo de entre 113,000 a 300,000 muertos, según Daniel Pécaut.
En los años sesenta surgió la guerrilla de las FARC, ejército campesino de izquierda que en los ochenta se volcó al narcotráfico como fuente de financiamiento. En vista de los fracasos para llegar a un acuerdo de paz, el siglo XXI se inició con el Plan Colombia, destinado a poner fin a esta guerra de más de medio siglo.
En el caso de Perú, si bien es cierto no hubo de forma sostenida enfrentamientos armados como los colombianos, sino hasta el final del siglo, la aparición del movimiento terrorista Sendero Luminoso mostró, con toda crudeza, en las dos últimas décadas del siglo XX el caos, la barbarie y la destrucción de una guerra en el propio territorio. En mayo de 1980 este movimiento, cuyo nombre oficial fue Partido Comunista del Perú, Sendero Luminoso, empezó la lucha armada.
En 1993 el Gobierno de Alberto Fujimori firmó el acuerdo de paz, aunque los principales líderes del movimiento, como su fundador Abimael Guzmán, alias Comandante Gonzalo, y otros ya estaban en la cárcel o muertos. Según la Comisión de la Verdad y Reconciliación, dejó un saldo aproximado de 69,300 víctimas fatales. A Sendero Luminoso se unió el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).
Lo que está sucediendo en Ecuador actualmente y por qué ha dejado de ser isla de paz obedece a un conjunto de factores y no a uno. El primero de ellos es geográfico: el país está situado entre los dos más grandes productores de coca a escala mundial: Colombia y Perú. Según la Oficina Nacional para el Control de Drogas de EE. UU. (ONDCP), en 2021 Colombia multiplicó la producción 3.5 veces en el período de 10 años: de 386 toneladas en 2011 a 972 toneladas en 2021; mientras que Perú la duplicó en el mismo período de 273 a 785 toneladas.
Otro factor geográfico es la posición estratégica de los puertos ecuatorianos en el Pacífico sur. Como señala el estudio de la revista «Plan V»: «Este es uno de los aspectos más cotizados por las organizaciones criminales». El puerto de Manta cuenta con la mayor flota para la pesca industrial del Pacífico sur. Ello permite adquirir el combustible para las embarcaciones de los narcos de forma camuflada; y Guayaquil, al ser la costa ecuatoriana uno de los principales productores de banano del mundo, envía a todos los países contenedores con esa fruta.