Es muy común que llegado un nuevo año, las personas establezcan los famosos «propósitos de Año Nuevo», entre bajar de peso y dejar algunos vicios, cada año se hacen más difíciles de alcanzar.
¿Por qué es tan difícil llegar a fin de año sin alcanzar ninguno de los propósitos?
En primer lugar, la mayoría del tiempo las personas se proponen metas demasiado ambiciosas, que aparentemente pueden lograrse, pero que realmente son extremadamente difíciles de alcanzar.
«Llegaré a mi peso ideal para cuando finalice el año», este es un claro ejemplo de un propósito demasiado alto, ya que si en el transcurso del año no hay resultados positivos, la persona puede desanimarse y abandonar el esfuerzo que ha realizado.
«Leeré una hora diaria para terminar todos los libros que tengo pendientes», este propósito puede tener muchas afectaciones a la hora de realizarlo, ya que difícilmente con el vaivén de cada día, se lograría leer estrictamente una hora.
«Dejaré de fumar definitivamente», si se trata de un vicio, es muy complicado decir que en un año se dejará de forma definitiva, ya que eso es muy relativo y hay muchos factores que incluyen en ese proceso.
Esto no quiere decir que quienes se propongan metas para fin de año no puedan cumplirlas, ¡Claro que pueden! pero es recomendable establecer propósitos a corto o mediano plazo que sean saludables y que al realizarlos generen tranquilidad, en lugar de presión y/o estrés.