El Programa Mundial de Alimentos (PMA) conmemoró este martes en El Salvador sus 60 años de existencia. El país es una de las 120 naciones que contribuyen a cumplir el objetivo de lograr un mundo sin hambre, a través de las iniciativas para garantizar la seguridad alimentaria en poblaciones vulnerables tras emergencias y desastres.
El representante y director de País del Programa Mundial de Alimentos, Riaz Lodhi, agradeció al Gobierno, donantes y miembros que hacen posible la misión de la organización. El PMA comenzó sus operaciones en El Salvador en 1971 y desde entonces ha contribuido en emergencias como el huracán Mitch, el terremoto del 2001, en sequías recurrentes y prolongadas y en la tormenta tropical Amanda, en 2020.
«El trabajo no lo hacemos solos, trabajamos con más de 900 socios y Gobiernos para dar asistencia la población», dijo Lodhi. «En el 60 aniversario, tenemos el compromiso de seguir siendo la voz de la población vulnerable a escala mundial, con una proyección más inclusiva, más eficiente para no dejar a nadie atrás», incentivó.
Solo el año pasado, el PMA logró el récord en asistir a 158 millones de personas en más de 120 países, destacó.
La viceministra de Relaciones Exteriores, Adriana Mira, señaló que la organización humanitaria es uno de los aliados más importante del país y, debido a ello, la mayoría de instituciones de Gobierno están trabajando en diferentes proyectos.
«Hemos avanzado, junto a ellos, en el cumplimiento de los objetivos sostenibles, que buscan poner fin a la pobreza y hambre cero. Esto beneficia a la población salvadoreña en aspectos esenciales para su desarrollo», aseguró Mira.
La viceministra destacó el lanzamiento de políticas nacionales en apuestas a la seguridad alimentaria y desarrollo social, siendo estos el Plan Maestro de Rescate Agropecuario, el plan de Despegue Económico, la Política Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional; y el plan de Desarrollo Social.
Además, agradeció la contribución del PMA por su apoyo con la creación de granjas avícolas y agrícolas, canasta básica y producción, recuperación socioeconómica en el período post pandemia de la COVID-19 y asistencia humanitaria durante la emergencia climática que ha afectado al territorio.
De acuerdo con la funcionaria, los lazos de amistad se han fortalecido con proyectos como Gastrolab, que acoge a migrantes retornados y los capacita en el arte culinario, así como la entrega de capital semilla para impulsar sus emprendimientos.
La coordinadora residente del Sistema de Naciones Unidas, Birgit Gerstenberg, explicó que lo que hace efectivo al PMA es su triple función en asistencia humanitaria, apoyo logístico y construcción de la resiliencia.
«Como coordinadora del sistema de Naciones Unidas, quiero destacar el espíritu de trabajo en conjunto del Programa, en cuanto coordina su acción con organismos de Naciones Unidas, Gobierno y sociedad civil», dijo.