Los diferentes voceros y órganos de propaganda de la oposición se esmeran en presentar al país en un proceso de desmantelamiento, de destrucción y caos, pintando un difícil panorama, con incertidumbre y temor. Casi ofrecen una imagen apocalíptica.
«Están destruyendo el Centro Histórico», dice una joven, repitiendo el guion que le dieron sus jefes. Otros más aseguran que los pescadores artesanales del puerto de La Libertad estaban mejor con el muelle que usaban durante los gobiernos de ARENA y del FMLN.
Estos son solo dos ejemplos de las falacias que a diario circulan en las redes sociales, tratando de convencer a propios y extraños, con la esperanza de que algún incauto crea que son ciertas.
En realidad, el Gobierno del presidente Nayib Bukele ha emprendido un profundo proceso de transformación del Estado salvadoreño. Ese proceso comenzó con la elección misma del presidente Bukele, que puso fin al bipartidismo y constituyó la superación de la fase de posguerra en la que el país vivía.
A partir de un segundo momento histórico, la elección de la legislatura 2021-2024, el país aceleró el proceso de transformaciones. Con una mayoría contundente a favor del proyecto del presidente Bukele, la nueva Asamblea Legislativa depuró al Órgano Judicial, dándole una nueva Sala de lo Constitucional, comprometida con el pueblo y no con políticos corruptos.
De igual forma, un nuevo fiscal general impulsó las investigaciones que por décadas estuvieron detenidas, entrándole de lleno a la guerra contra las pandillas, pero también contra la corrupción.
La transformación del Centro Histórico de San Salvador es importante porque inició cuando el presidente Bukele era alcalde de la capital. Ahora vemos grandes cambios. El cableado subterráneo muestra la grandeza de la arquitectura de la zona, mientras que la Biblioteca Nacional de El Salvador (Binaes) es una fusión de modernismo y fomento de la cultura, y, sobre todo, provoca un enorme orgullo entre los ciudadanos.
En cuanto al muelle para la pesca artesanal en el puerto de La Libertad, la verdad es que era una estructura prácticamente en ruinas que tuvo que ser intervenida profundamente para hacerla funcional. Ahora el MOP ha terminado el trabajo y los cambios son más que evidentes. Ahora sí cumple su cometido de colaborar a que cientos de pescadores lleven a cabo sus labores, garantizándoles la seguridad y conveniencia.
Toda la nación está transformándose. Y eso es gracias a que el pueblo salvadoreño superó a la oposición.