En la República Checa ya no será obligatorio presentar un certificado de vacunación en restaurantes o en eventos culturales y deportivos a partir de la semana próxima, pese al pico de infecciones de covid-19, anunció el primer ministro este miércoles.
Desde noviembre de 2021, solo las personas vacunadas contra el covid o las que hubieran superado esa enfermedad en los seis meses anteriores podían entrar en bares, restaurantes, hoteles y otros servicios.
«El gobierno anulará la obligación de presentar un certificado de vacunación o una prueba de recuperación para entrar en los restaurantes, acontecimientos culturales, deportivos y similares a partir del 9 de febrero», declaró a la prensa el primer ministro, Petr Fiala.
No obstante, la población deberá seguir llevando mascarilla dentro de los establecimientos y el número de participantes en actos públicos se limitará, precisó.
El martes, la República Checa registró 57.195 casos de covid-19, un récord. Pero el número de enfermos en los hospitales era de 2.653 el martes, muchos menos que en marzo de 2021, por ejemplo, cuando había más de 9.500.