La Ciudad Morena, Santa Ana, se engalana para reinaugurar su reconocida pasarela de moda Radar Show. El evento surge por primera vez en 2016 y reúne al talento creativo más destacado del departamento.
«Diario El Salvador» fue invitado especial de una pasarela de demostración donde el brillo, el arte hecho a mano y el esmero fueron los principales protagonistas.
El productor de moda Gabriel Juárez, conocido por su firma Gabbo SV, es uno de los fundadores de Radar Show y adelanta que ya está más que listo para ese renacer. Considera que la pasarela puede presentarse nuevamente en julio.
Para este desfile, junto con la diseñadora Roxana Marlene Valencia, presentó una colección de nueve ponchos, llamada Gurú, «inspirados en el calor que las abuelitas le dan a sus nietos», como él mismo describe.
«Yo comencé con corbatines y camisas artesanales. Luego hice un poncho y todos me preguntaron que dónde lo había comprado. Entonces es donde veo una oportunidad de negocio y lanzo esta colección, porque un poncho es acogedor. Mi abuela se llama María Gloria Torres y para mí ella es mi mayor fuente de inspiración», comenta Gabriel, de 28 años.
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Detalla que, como colectivo, anualmente desarrollan el Radar Show para las fiestas julias y buscan diferentes locaciones con público para hacerlo. Pero a raíz de la pandemia, el año pasado no fue posible.
Para participar se hace una convocatoria abierta para diseñadores, emprendedores y artesanos que quieran presentar sus colecciones y mostrarlas el día del evento.
«A mí me encantaría que la moda salvadoreña fuese portada con orgullo, porque cada pieza que se elabora, cada conjunto, son creados con mucho trabajo, con mucho esfuerzo y dedicación; y estamos llamados a dar ese valor, no sabemos el trasfondo que conlleva el producto final. Muchas veces con limitaciones económicas hacemos lo que nos gusta», ahonda Juárez.
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TENDENCIA EN SU MÁXIMO ESPLENDOR
La firma Cibeles nace del sueño de Roxana Marlene Valencia de ser diseñadora y tener su propia tienda. Para dar un sentido de propiedad, la tienda es homónima del nombre de su hija.
«Crear es lo que ha sido siempre mi sueño y darle vida me llena de satisfacción», dice Roxana, quien inició como diseñadora en 2011, pero fue a los 17 años que descubrió su vocación y aprendió a confeccionar.
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«Hace poco más de 40 años que esa idea llegó a mi cabeza, solo que no la podía concretar porque no tenía a nadie que me apoyara y tampoco los recursos. Ahorita nos vemos un poco estancados porque la situación está un poco difícil», asegura Valencia.
Para esta colección, su hija Cibeles Miranda es un apoyo crucial. «Ella [mi mamá] se imagina los diseños y los crea. Yo únicamente trato que ella esté bien emocionalmente y le ayudo con el maquillaje de las modelos, ya que soy estilista», indica Cibeles.
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«Con la cuarentena, estar en casa encerrada me estresó tanto, porque esto es mi vida. Cuando pudimos, comenzamos a abrir el negocio, al principio lo hicimos con un horario bastante irregular, hasta el momento no hemos logrado ni siquiera llegar a un 40 % de lo que antes teníamos».
En las piezas que expuso Roxana en pasarela se apreciaron vestidos de noche, confeccionados con telas fluidas, importadas desde Europa y Estados Unidos.
«Me inspiré en la silueta femenina, en la mujer moderna del día a día. La colección es de gala, pero en esta demostración también podemos ver prendas casuales. No hay dos diseños iguales, cada pieza es exclusiva», detalla la diseñadora sobre sus creaciones.