La economía salvadoreña comienza a dar resultados positivos mientras se recupera del congelamiento del año pasado a consecuencia de la pandemia de la COVID-19. El Banco Central de Reserva (BCR) ha hecho públicos los índices económicos de los últimos meses y en ellos se refleja que las exportaciones están creciendo incluso más que las de 2019, cuando no había cierre por coronavirus.
Al mismo tiempo que se recupera la capacidad productiva nacional, se evidencia —también con los datos del BCR— que los salvadoreños residentes en Estados Unidos aumentan la cantidad de remesas que envían a sus parientes en el país, lo que demuestra que la primera economía del mundo y el principal socio económico de El Salvador está recuperándose. Esto tiene dos lecturas: una economía estadounidense más fuerte consumirá más y aumentará la demanda. Por hoy, los textiles son el principal rubro de exportación, y Estados Unidos es su gran mercado. En segundo lugar, gracias a todas las medidas tomadas para prevenir la COVID-19, en El Salvador tenemos una mayor capacidad de producción con una población sana.
A diferencia de otros países de la región centroamericana, e incluso del resto del continente, que están considerando el regreso al confinamiento y nuevas restricciones para su población (como toques de queda) a fin de evitar más fallecidos y hospitalizaciones que terminan saturando el sistema de salud, nuestra nación lleva en marcha un ambicioso programa de vacunación que día a día supera metas. De los 30,000 vacunados que se esperaba tener a escala nacional una vez habilitado el megacentro de vacunación en el Hospital El Salvador, el primer día se superaron las expectativas con 46,000 aplicaciones y en la segunda jornada hubo más de 50,000. A este ritmo, El Salvador tendrá inmunizada a su población dentro de muy poco tiempo, lo cual es una buena noticia porque permitirá mantener la apertura económica con una población saludable; además, las fuentes de trabajo seguirán operando e incluso aumentarán su producción.
Este panorama favorable para la nación no habría sido posible si el Gobierno no hubiera tomado acciones audaces al inicio de la pandemia. Las medidas iniciales son las que nos han diferenciado del resto del mundo y nos han permitido estar en mejores condiciones para la reapertura económica. Los hechos lo demuestran: ayer comenzó a dar servicio una nueva aerolínea internacional.
La economía está activa y El Salvador se abre al mundo incluso en tiempo de pandemia, pero con la seguridad y la tranquilidad de que su población está protegida.