La Defensoría del Consumidor presentó los resultados de una amplia encuesta nacional para identificar las preferencias y hábitos de consumo de los salvadoreños durante la temporada comercial del «viernes negro».
La consulta en la que participaron 2,380 personas mayores de 15 años, revela que, ocho de cada 10 salvadoreños (82 %) sabe de qué se trata el comercio de viernes negro; y solo, tres de cada 10 (38 %) planean realizar compras durante esta temporada.
«Los resultados de la Encuesta: Preferencias y hábitos de consumo en el Viernes Negro, nos permiten enfocar nuestros esfuerzos de atención e inspección. Seguimos trabajando por una efectiva protección de los consumidores», afirmó el titular de la institución, Ricardo Salazar.
Entre los motivos económicos para no realizar compras el próximo viernes cuando se inaugura la temporada de compras navideñas con significativas rebajas en tiendas, uno de cada cuatro (26 %) salvadoreños prefiere ahorrar que gastar, mientras que el 21 % expresó que no tiene dinero. Por motivos personales, el 25 % advierte mucha aglomeración y 25 % afirma que las ofertas no son llamativas.
Además, este sondeo revela que el 29 % de los consumidores que sí realizarán compras lo harán en la franja horaria de las 6:00 p.m. a las 9:59 p.m., seguido por un 21 % que lo hará entre las 2:00 p.m. y las 5:59 p.m., Del porcentaje de los que sí harán compras, el 64 % buscará aprovechar posibles ofertas.
Asimismo, el 50 % respondió que comprará tecnología y electrónica; el 49 % ropa; el 46 % calzado; 32 % accesorios personales; cosméticos 30 %; perfumería 27 %; un 25 % electrodomésticos; y 23 % muebles.
Mientras que el rango de gastos de los consumidores oscilará entre $50 y $100 (32 %); entre $100 y $150 (32 %); más de $250 (20 %); y menos de $50 (13 %). Casi tres de cada cuatro salvadoreños (74 %) hará sus compras en efectivo; el 34 % con tarjetas de crédito; y, el 28 % con tarjetas de débito.
Finalmente, el 69 % de los encuestados respondió que sus fuentes de financiamiento provienen de su salario; el 30 % de sus ahorros; el 14 % de tarjetas de crédito; 14 % dinero de sus padres; y, un 14 % de remesas.