La empresa de paisajismo corporativo, o de diseño de exteriores, Biota Landscapes (Estados Unidos) garantiza el bienestar económico de ocho salvadoreños que ha contratado con las visas H-2B del Programa de Movilidad Laboral. Este lo dirige desde 2021 la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) con la ayuda del Ministerio de Relaciones Exteriores de El Salvador.
Esta compañía ofrece servicios de diseño, construcción y mantenimiento de horticultura en las residencias de Brooklyn Center, en Minesota; además, ha sido galardonada en cuatro ocasiones por la National Association of Landscape Professionals, American Society of Landscape Architects, entre otras entidades.
El fundador de la empresa, James Saybolt, señaló que para ellos lo principal es el trabajo en equipo, una característica que valora en los connacionales que ya son parte de su familia laboral.
Con su socio, Steve Modrow, tomaron la decisión en 2022 de incorporar la mano de obra salvadoreña con talentos y conocimiento en construcción, experiencia en mecánica, agricultura y otras destrezas para fortalecer al equipo.

A criterio de Saybolt, esa fue una excelente decisión. «Las características que hemos identificado es que ellos trabajan arduamente y tienen ética. Nos sentimos orgullosos de la
calidad del trabajo que hacen, y eso es lo que aportan al trabajo en equipo que nosotros hacemos. Todos se acoplan muy bien a ese espíritu de la compañía», aseguró.
Hablar inglés es otro aspecto que se toma en cuenta a la hora de ofrecer un contrato.
El primer beneficio que tienen los salvadoreños que regresan a trabajar con Biota es que cada año su sueldo aumenta un 10 %. Si obtienen la licencia de conducir, un monto que corre por cuenta de la empresa, también tienen posibilidades de otro crecimiento económico.
«Por eso necesitamos calidad de personas que quieran aprender y que pueden hacer cosas diferentes», comentó.
Pensando en la estabilidad de los salvadoreños a largo plazo, Biota promueve la opción de un plan de retiro del Servicio de Impuestos Internos de Estados Unidos (IRS, en inglés), denominado 401 (k), el cual permite a los empleados ahorrar y acumular fondos para su jubilación.
Si el empleado está de acuerdo en ahorrar el 3 % de su salario antes de que se apliquen los impuestos, la empresa se dispone a poner el otro 3 % para que sumen 6 % a los fondos.
Saybolt explicó que, aunque los salvadoreños dejaran de viajar al país norteamericano, no existe riesgo de pérdidas, pues se mantendría su cuenta. En caso de que deseen retirarlo antes, tendrían que pagar el 20 % en impuestos.
Añadido a esto, el rendimiento depende de las inversiones que elijan y en cómo se comporten los mercados.
Una de las ventajas de este plan es que cuando las personas se jubilan, los retiros, incluyendo las ganancias, están exentos de impuestos.
OTRAS OPORTUNIDADES
El rol de los salvadoreños también abre el camino a otros connacionales. De modo que, Biota se prepara para que el próximo año pueda emplear a dos personas más, y el número de contratos totales será de 10 en la temporada de abril a noviembre. Una vez lleguen a Estados Unidos por la vía legal, la empresa se encarga del transporte y la vivienda.
UNA META DE INVERSIÓN
Alfredo Quintanilla, de 40 años, de Lourdes, Colón, trabaja con Biota desde hace tres años y manifestó que su experiencia ha sido gratificante, ya que ha conocido nuevos mecanismos laborales en el paisajismo. Su principal rol es la jardinería. Con las capacitaciones de seguimiento que implementan USAID y la cancillería para los beneficiarios del programa, Quintanilla no solo ha destinado sus fondos al consumo, sino a la compra de herramientas para abrir su propia empresa de jardinería en El Salvador. Su sueldo aumentó desde que obtuvo la licencia de conducir.

PREFIRIÓ LA VÍA LEGAL
Cuando cumplió 18 años, a Javier Arazoderas, de Chalatenango, se le presentó la oportunidad de emprender el viaje de manera irregular; sin embargo, por temor a no volver con su familia decidió no hacerlo. Dos meses después recibió una charla sobre el Programa de Movilidad Laboral y se inscribió. Fue así como se contactó con Biota. Actualmente, tiene 21 años y se desempeña en el área de la construcción. Con sus ganancias saldó sus deudas, edificó su vivienda y ahora planea abrir un negocio en El Salvador. El programa también le permite regresar a salvo con sus padres después de siete meses de laborar en Estados Unidos.
