En el marco del Día de la Tierra, la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF) autorizó la salida al mercado del primer bono sostenible emitido por el sector privado, por un monto de $100 millones.
Los bonos sostenibles son aquellos donde los fondos se aplican exclusivamente a financiar o refinanciar, en forma total o parcial, una combinación de proyectos verdes y sociales. En ese sentido, la SSF señala que este tipo de capital genera un impacto positivo en el medio ambiente y en el desarrollo de las comunidades.
Se prevé que el lanzamiento de este instrumento bursátil contribuya al financiamiento y refinanciamiento de créditos para pequeñas y medianas empresas (pymes) y compañías lideradas por mujeres y jóvenes.
Además, se espera que forme parte de una cartera de financiamiento de proyectos verdes en energía renovable, transporte limpio, agricultura sostenible, eficiencia energética y riego por goteo.
«Con la autorización de estos bonos estamos a la vanguardia de los mercados internacionales, trabajando por el desarrollo sustentable y respondiendo a las demandas de los inversionistas», declaró la institución reguladora en un comunicado.
Estos bonos son negociados en la Bolsa de Valores de El Salvador (BVES), y forman parte de una apuesta del Estado para otorgar al mercado una nueva forma de financiamiento que posibilite un cambio hacia una economía sostenible.
Para invertir en esta emisión, los entes interesados deben acudir a una casa de corredores de bolsa autorizada por la Superintendencia, la cual es responsable de participar en las sesiones con la Bolsa.
«Como Gobierno de El Salvador, seguimos trabajando para impulsar el bienestar social y ambiental a través de los productos y servicios financieros, para el desarrollo económico del país. Es así como nuestro mercado de valores se está transformando en una plaza competitiva de inversión en la región», declaró, por su parte, el superintendente Mario Menéndez.
Con este instrumento de deuda, según la BVES, tanto emisores como inversionistas tendrán la posibilidad de formar parte del objetivo para la mitigación de los efectos del calentamiento global, planteado por el Protocolo de Kioto (2005) y el Acuerdo de París (2020); y promover una mayor responsabilidad ambiental y social tal como lo disponen los principios del Pacto Global de las Naciones Unidas Agenda 2030.
Esta emisión estuvo a cargo por el sector privado, pero también puede hacer uso de este instrumento el sector financiero, el Gobierno de El Salvador e instituciones autónomas.