El feriado de Semana Santa de 2023 será el más seguro en la historia de El Salvador. En comparación con los niveles de inseguridad y violencia que reinaron durante los gobiernos de ARENA y del FMLN, el pueblo ahora disfruta de paz y tranquilidad de manera genuina y respaldadas por la efectividad de las fuerzas de seguridad pública, además del inquebrantable compromiso del Gobierno del presidente Nayib Bukele de erradicar las pandillas y combatir a todos los delincuentes.
El régimen de excepción ha sido sumamente efectivo como herramienta de la Policía, Fiscalía, Fuerza Armada y los tribunales para desarticular a las maras, esas organizaciones criminales que tanto luto y miseria llevaron a los salvadoreños y que tenían la complicidad y el respaldo de los gobernantes de ARENA y del FMLN.
Con más de 65,000 integrantes y colaboradores de las pandillas tras las rejas, los niveles de seguridad en todo el país están en su mejor momento, pero todavía queda trabajo por hacer, por lo que la PNC y el Ejército no bajan la guardia y cada día detienen a mareros que se habían ocultado para tratar de evitar la prisión.
Con todo esto, hay miembros de la oposición que continúan el ataque en contra del Gobierno y salen en defensa de los criminales, sus aliados electorales. Acusan al Ejecutivo de no proteger los derechos humanos de los pandilleros, cuando estos han masacrado a familias enteras y asesinado con lujo de barbarie a jóvenes, además de robarles la tranquilidad a padres de familia que veían horrorizados cómo las maras se llevaban a sus hijos para convertirlos en delincuentes o, peor aún, para quitarles la vida.
Muchas de esas mentiras son replicadas por los aparatos de propaganda de la oposición, cuyas informaciones luego son retomadas por medios de comunicación sesgados y con claro interés por afectar a El Salvador.
Aun así, la efectividad del presidente Bukele para combatir a las pandillas ha traspasado fronteras y cada vez son más los ciudadanos de otros países que exigen a sus gobiernos implementar el «método Bukele» contra la criminalidad.
Los gobernantes que solo buscan su beneficio y pactan con asesinos ven un peligro en el presidente Bukele, al que no dudan en atacar, como sucede con Gustavo Petro, el colombiano que en sus redes sociales se dedica a insultar al presidente salvadoreño. En lugar de resolver los apremiantes problemas de su nación, se enfoca en otras naciones y descuida su verdadera misión.