Un tribunal peruano sentenció a penas de entre 15 y 20 años de prisión a siete militares por el asesinato de 16 civiles en dos matanzas perpetradas hace 32 años durante el Gobierno de Alberto Fujimori, en el marco de la lucha contra las guerrillas de extrema izquierda.
La Fiscalía había pedido 25 años contra los acusados, integrantes de un escuadrón de la muerte del Ejército conocido como Grupo Colina, e implicados en las masacres de Pativilca y de la universidad La Cantuta, en Lima, en 1992.
El fallo, leído en una audiencia transmitida por el canal de televisión del Poder Judicial, los declaró culpables «de homicidio calificado y desaparición forzada».
Ninguno de los acusados asistió a la sesión, pues la mayor parte cumple condena por otros crímenes de lesa humanidad cometidos en los años de plomo de Perú (1980-2000).
Entre los principales acusados estaban el asesor de inteligencia en el Gobierno de Fujimori, Vladimiro Montesinos, el exjefe del Ejército Nicolás Hermoza, el exjefe del servicio de inteligencia del Ejército Juan Rivero y el mayor Santiago Martín.