La pasión que tenía por la música y el cine fue uno de los impulsos principales para que el mexicano Martín Hernández se involucrara en el mundo del séptimo arte. Actualmente, es supervisor y diseñador de sonido quién ha sido nominado dos veces a los premios Óscar por sus trabajos en «The Revenant» y «Birdman», además de ser ganador de cuatro premios BAFTA por «The Revenant», «Birdman», «Babel» y «Laberinto del Fauno» y de seis premios Golden Reel.
Hernández ha sido editor de sonido de películas como «Amores Perros», «21 gramos», «Biutiful», dirigidas por el director Alejandro González Iñárritu, con quien tiene una amistad desde joven.
El cineasta mexicano se encuentra en El Salvador ya que será uno de los jurados en el 3er festival de cortos de ESCINE. Además, de compartir sus conocimientos con los salvadoreños. Aprovechando su estancia en el país, «Diario El Salvador» tuvo la oportunidad de conversar con él.
¿En cuáles películas que han sido ganadores del Óscar ha participado con sonido?
En sonido nunca he ganado Óscar, solo hubo nominaciones; pero Alejandro González (director) tiene varios Óscar, tanto por «The Revenant» y «Birdman».
¿En 2007 sí fue ganador del Premio Goya a mejor sonido?
Los premios siempre son una buena noticia y las buenas noticias se comparten con la gente que quieres, pero es solo eso, un reconocimiento y ya. Es bueno tenerlo, probarlo, pero no quiere decir que las que no hayan ganado un premio hayan hecho un mal trabajo. Tendemos a pensar que solo los premiados o nominados tienen un mérito y eso está lejos de la realidad.
¿Qué significa ser un supervisor y diseñador de sonido?
Eso quiere decir que todos los sonidos, los diálogos, los efectos, la música, están integrados de una forma que tiene que ver con la dirección del director, que tiene que ver con la narrativa de la escena, con lo que el director pensó cuando escribió el guion, con la representación de lo que no está implícito en la escena. El sonido para mí es eso, una historia que está detrás de la historia. Eso me gusta porque, a veces, estamos tocando líneas muy sutiles que no necesariamente tienen que ser percibidas de primera instancia. El trabajo de sonido cuando está ejecutado bien, pasa desapercibido.
¿Ha tenido alguna película representativa que haya tenido mayor trabajo o que tal vez su historia haya generado algún sentimiento?
Es difícil escoger como escoges entre tus hijos, tus hijos son todos iguales y los quieres igual. Yo creo que el film que estás haciendo en ese momento es el más difícil, el proyecto más importante es el que tienes enfrente.
Pero, ¿cómo es que decide enfocarse exactamente en esta área?
No lo escogí, las cosas te escogen. Te despiertas un día en la mañana y dices: “Creo que soy bueno para eso o no”. Estas constantemente sensibilizando tus limitaciones, sino tienes limitaciones o tropiezos no vas avanzar nunca. Cuando no hay competencia te quedas estancado. Todo trabajo aunque te guste y sea bueno, es difícil, sino es difícil, sino te frustras algo, está mal. Si te vas a frustrar que sea en algo que te guste.
¿Cómo surge el interés de venir a El Salvador?
Me invitaron. Afortunadamente pensaron en mí, Diego Figueroa, de ESCINE, me invitó. Yo no conocía el país. Me gustaría regresar, pero como turista. Es un afortunado accidente que yo esté aquí.
También entiendo que será jurado en la categoría proficción, en el Festival de Cortos de ESCINE, ¿verdad?
Ya hice gran parte de mi tarea, me falta ver algunos. Ha sido muy interesante porque puedes verlo en las plataformas, tomar tu tiempo y analizarlo.
¿Qué va a evaluar?
Hay distintos códigos importantes: el guion, la creatividad, la dirección, el sonido… Yo soy franco y he pensado que las categorías tienen un registro importante, pero es injusto comparar una obra con otras porque las obras per se tienen que ser iniguales y distintas, lo que objetivamente puedes considerar es que haya algo mejor. Tienes que ser más objetivo en pensar tu calificación.
En las masterclass que realiza, ¿qué competencias adquieren los salvadoreños que se inscribieron?
Es más que todo vivencial. Es tan poco el tiempo que no se trata de saturar con tantos datos técnicos, tecnológicos, aunque sí platicamos; pero, más bien, creo es valioso platicar sobre experiencias y ver cómo se resuelve o no una situación.