Las pensiones pagadas por las AFP a los trabajadores afiliados son sumamente bajas (30 % a 35 % del último salario mensual), no alcanzan para dar una vida digna a la mayoría de los trabajadores que se están pensionando; las pensiones pagadas por Inpep son aproximadamente el doble que las pagadas por las AFP, y permiten un nivel de vida digno a los trabajadores que durante los últimos años de su vida laboral devengaron salarios relativamente altos (mayores de $550 mensuales).
Las pensiones de las AFP son bajas por las razones siguientes: las cotizaciones de los trabajadores y las empresas son relativamente bajas; la rentabilidad de las inversiones de las AFP es pequeña porque aproximadamente el 80 % del fondo de pensiones se presta a instituciones gubernamentales que pagan una tasa de interés inferior a la del mercado, pero también porque existen muy pocas oportunidades de inversión segura en empresas privadas y las limitaciones legales existentes para invertir en el extranjero. La edad para pensionarse es baja tomando en cuenta el aumento de la esperanza de vida de la población; los salarios de la mayoría de los trabajadores son relativamente bajos; la inestabilidad laboral ha venido aumentando lo que hace que los trabajadores no coticen permanentemente.
El sistema de pensiones manejado por las administradoras de fondos de pensiones (AFP) se encuentra al servicio de los intereses del Estado salvadoreño, por el hecho de prestar más del 80 % del fondo de pensiones a instituciones gubernamentales a tasas interés inferiores a las de los mercados nacionales e internacional; así también se encuentra al servicio de las AFP (CRECER y CONFÍA), a las cuales se les paga una comisión por el manejo de las pensiones relativamente alta, lo que se refleja en que la rentabilidad del capital invertido por estas empresas supera el 50 % anual.
Las AFP han llegado al límite máximo legal del fondo de pensiones que puede prestar al Estado, para pagar las pensiones del Inpep; el Estado se encuentra altamente endeudado, y una de las deudas más altas en el interior del país es con los pensionados del Inpep y el ISSS.
Para poner el sistema de pensiones al servicio de los trabajadores salvadoreños, las pensiones deben ser al menos el 50 % de los salarios devengados en los últimos años de la vida laboral. Para que esto sea posible es necesario hacer las siguientes modificaciones al Sistema de Ahorro de Pensiones: incrementar las cotizaciones al menos al 18 %; aumentar la edad de retiro de los hombres a 65 años y de las mujeres a 60 años; se deben proporcionar préstamos a los trabajadores cotizantes a una tasa de interés de mercado, utilizando su ahorro para pensiones como garantía de esos préstamos; las instituciones gubernamentales deben pagar un interés de mercado por los préstamos del fondo de pensiones; se debe ampliar al 20 % las inversiones del fondo en títulos valores de otros países, de alta estabilidad y que paguen una tasa de interés superior al 6 %, y disminuir la comisión que se paga a las AFP por administración del fondo de pensiones.