Alrededor de 250 fallecidos y más de 1,450 lesionados fueron el resultado de un ataque del grupo palestino Hamás contra Israel ocurrido ayer, el cual reactivó la guerra.
Ante esto, Israel contraatacó la Franja de Gaza, territorio dominado por Hamás, lo cual dejó un saldo de al menos 232 muertos y 1,700 heridos en la localidad.
«Ordené una amplia movilización de reservas y responder a esta guerra con un alcance y fuerza que el enemigo no ha conocido hasta ahora. El enemigo pagará», sentenció ayer el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Durante la noche, los combates se prolongaron en al menos 22 lugares israelitas, detalló el portavoz del Ejército israelí, el teniente coronel Richard Hecht, quien afirmó que la situación era grave e implicaba rehenes.
Se estima que las milicias palestinas dispararon miles de cohetes y ejecutaron ataques por tierra y aire, detalló AFP.
Esto puso en evidencia las fallas en el sistema de defensa israelí, la denominada Cúpula de Hierro y la Honda de David al Arrow, con las cuales Israel se jactaba de sus armas y su inteligencia.
Por su parte, el jefe del movimiento islamista palestino de Hamás, Ismail Haniyeh, declaró ayer que vislumbraba «una gran victoria» en la ofensiva general lanzada contra Israel desde la Franja de Gaza.
«Estamos a punto de lograr una gran victoria y una clara conquista en el frente de Gaza», manifestó Haniyeh en un discurso emitido por la televisión Al Aqsa, dirigida por el grupo armado.
«Ya basta, hay que poner fin al ciclo de intifadas [levantamientos] y revoluciones en la lucha por la liberación de nuestra tierra [palestina] y de nuestros presos», añadió.
Como parte de la respuesta a la ofensiva, Israel ordenó cortar el suministro de energía eléctrica de la Franja de Gaza.
LA COMUNIDAD INTERNACIONAL SE PRONUNCIA
De inmediato, la comunidad internacional se manifestó dividida por la situación de Israel y Palestina.
Las naciones árabes responsabilizaron la reactivación de la guerra a las políticas de Israel, en tanto que Estados Unidos condenó los ataques de Hamás y se pronunció a favor de Israel.
En este contexto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Qatar emitió un comunicado en el que pidió a todas las partes detener la escalada de violencia.
«El Ministerio de Relaciones Exteriores responsabiliza exclusivamente a Israel por la actual escalada, debido a sus continuas violaciones de los derechos del pueblo palestino, incluyendo los recientes y repetidos asaltos a la mezquita de Al Aqsa, bajo la protección de la Policía israelí», añadió.
El ministerio subrayó la urgente necesidad de que la comunidad internacional obligue a Israel a poner fin a sus flagrantes violaciones del derecho internacional, respetar las resoluciones de legitimidad internacional y los derechos históricos del pueblo palestino.
Asimismo, pidió evitar que estos sucesos se conviertan en un pretexto para desencadenar una nueva guerra desproporcionada contra la población civil palestina en Gaza, detalló la agencia de noticias de Qatar.
En tanto, Arabia Saudita pidió el cese inmediato de los combates en Israel y la Franja de Gaza. Ayer, en una declaración, el Ministerio de Asuntos Exteriores saudita instó a ambas partes a proteger a los civiles y actuar con moderación.
«El reino recuerda sus repetidas advertencias sobre los peligros de que la situación estalle como resultado de la ocupación continua, la privación del pueblo palestino de sus derechos legítimos y la repetición de provocaciones sistémicas contra» ellos por parte de Israel, reza el comunicado.
Por su parte, Marruecos pidió un cese de la violencia generada y, a través del Ministerio de Exteriores marroquí, el Gobierno externó que el diálogo es la «única vía» para la situación palestina.
Lo anterior tras recordar que ya había venido advirtiendo de «las repercusiones del bloqueo político sobre la paz en la región y el consiguiente riesgo de un empeoramiento de las tensiones por parte de Israel», dice el comunicado.