Afligidos familiares de medio centenar de personas que murieron en lo que es el peor desastre ferroviario de Taiwán en décadas realizaron este sábado oraciones en el lugar del accidente, mientras los equipos de rescate retiraban los vagones destrozados del tren.
Los funcionarios dijeron que la devastadora colisión del viernes, que mató al menos a 51 personas e hirió a casi 190, según el último balance,fue causada por un vehículo de mantenimiento que se habría deslizado por un terraplén hasta las vías.
Un tren lleno de hasta 500 personas al comienzo de un largo fin de semana de vacaciones luego golpeó el camión justo cuando entró en un estrecho túnel cerca de la ciudad costera de Hualien, en el este.
El conductor del vehículo ha sido liberado bajo fianza después de haber sido interrogado por los fiscales y se le prohíbe salir de Taiwán en espera de una investigación adicional.
Alrededor de un centenar de familiares celebraron una emotiva ceremonia de oración cerca del lugar del accidente el sábado por la tarde. Los socorristas describieron una escena espantosa cuando se precipitaron en el túnel y encontraron la parte delantera del tren pulverizada en una malla retorcida de metal.
El Ministerio del Interior ordenó que todas las banderas se bajaran a media asta durante tres días, mientras que la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, visitaba a los heridos en los hospitales de Hualien.
El accidente se produjo el viernes, al comienzo de una festividad anual de cuatro días que llena carreteras y ferrocarriles, pues muchos taiwaneses regresan a las aldeas para limpiar las tumbas y hacer ofrendas a sus antepasados.
El tren se dirigía desde Taipéi a la ciudad de Taitung, en el sureste de la isla. Entre los fallecidos se encuentra un ciudadano francés y dos estadounidenses, en tanto dos japoneses y un residente de Macao resultaron heridos. La víctima más joven tenía cuatro años.