El gobernador de Texas, Greg Abbott, promulgó tres leyes contra la inmigración, que convierte en delito el ingreso irregular de migrantes por este estado, somete a cárcel a los traficantes de personas y destina financiamiento para ejecutar operaciones de seguridad fronteriza, entre ellas, la construcción de un nuevo muro.
«En Brownsville [entre Texas y México] firmé tres nuevas leyes para proteger mejor a los texanos y a los estadounidenses de las políticas de fronteras abiertas del [presidente Joe] Biden. La entrada ilegal a Texas es ahora un delito sujeto a expulsión o prisión», aseguró el gobernador.
El paquete de leyes está previsto que entre en vigor entre febrero y marzo de 2024. El proyecto de «Ley Senatorial 4 de la Sesión Especial 4» crea un delito penal por la entrada por primera vez o reingreso irregular a Texas, con una pena de hasta 20 años de prisión. También detalla el mecanismo que se utilizará para indicar a un migrante que regrese a la nación desde donde cruzó.
«La ley proporciona inmunidad civil e indemnización a funcionarios, empleados y contratistas de los gobiernos locales y estatales por demandas que resulten de la aplicación de estas disposiciones», según el documento.
La medida da poder a policías de Texas para arrestar a migrantes sin la documentación requerida para permanecer en Estados Unidos.
El proyecto de «Ley Senatorial 4 de la Sesión Especial 3» promueve una sentencia mínima obligatoria de 10 años de prisión por el tráfico de personas y 5 años por operar en «casas de seguridad», donde esconden a los migrantes.
Indica que habrá sanciones por delitos relacionados con las víctimas involucradas en la comisión del contrabando, como asalto y robo.
Texas destinará $1.54 mil millones para edificar el muro, su operación y mantenimiento, de acuerdo con el proyecto «Ley Senatorial 3 de la Sesión Especial 4». Esto incluye otras acciones de seguridad en la zona.