La República Popular China anunció que, como parte del aumento de la cooperación hacia El Salvador, el Ministerio de Comercio chino ha sido instruido para iniciar cuanto antes las negociaciones para firmar «lo más pronto posible» un Tratado de Libre Comercio (TLC) con el país, lo que abrirá un inmenso mercado de oportunidades para la industria, los productores y las empresas salvadoreñas.
«No todos los días se anuncia un tratado de este tipo y menos con una potencia mundial como la República Popular China. El Salvador es un país pequeño que debe abrirse al mundo. Debemos entender que las oportunidades están en muchos lados y debemos tomarlas todas porque esto nos llevará al desarrollo que queremos», expresó el presidente Nayib Bukele cuando se oficializó el anuncio, durante un acto en el que la embajada del gigante asiático donó 930 toneladas de harina de trigo y 1,450 toneladas de fertilizantes.
Ou Jianhong, embajadora china en El Salvador, destacó que el donativo que envió su gobierno al país busca reducir el impacto que tuvo la pandemia de la COVID-19 en la cadena de suministros y contribuir a la producción agrícola y la estabilidad de la canasta básica de alimentos. Pero más allá del donativo, la cooperación china destacó que se amplía a la formalización del TLC.
«Negociar y firmar el Tratado de Libre Comercio es otro fruto significativo de la cooperación económica y comercial bilateral entre ambos países, lo que sentará una base sólida e inyectará la vitalidad al continuo desarrollo positivo de las relaciones binacionales», señaló la diplomática.
Estas muestras de amistad, respeto y cooperación son las que los países pequeños como El Salvador necesitan de las potencias para avanzar en su desarrollo. «Lo único que queremos es que nos vean como un país independiente, soberano y digno», enfatizó el presidente Bukele, seguro de las intenciones que a lo largo de los años ha demostrado la República Popular China y que se han materializado en la construcción del Sunset Park, en las obras de saneamiento hídrico en La Libertad y en la edificación de la nueva biblioteca nacional y del Estadio Nacional.
Ahora, con el TLC, las oportunidades para que los productos salvadoreños se vendan en el mercado más grande y de más rápido crecimiento en el mundo son realmente prometedoras, lo que generará más ingresos, mayor crecimiento económico, más empleos y, en definitiva, mejores condiciones de vida para los trabajadores y sus familias.