Ayer el arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas, destacó el ambiente de seguridad que existe en el país luego de la implementación del régimen de excepción y el Plan Control Territorial.
Consideró que esta es una de las razones de la alta aprobación de la población hacia el presidente Nayib Bukele, que está agradecida de vivir en un ambiente de tranquilidad y seguridad luego de décadas de sufrir el terror impuesto por las pandillas, una actividad criminal que vergonzosamente protegieron ARENA-FMLN cuando estaban en el Gobierno, como parte de sus acuerdos con las maras.
«Ahora se ha comenzado a vivir un momento de paz, con libertad para salir […]. Ya las cosas para el pueblo han cambiado. Yo creo que eso se debe a que el pueblo se siente agradecido y expresa su alegría y satisfacción», manifestó el líder religioso durante su tradicional conferencia de prensa después de la misa principal en Catedral Metropolitana, en San Salvador.
El arzobispo dijo que no solo se refiere al amplio despliegue de militares y policías en todo el país para proteger a las comunidades, sino también a la estrategia que el Gobierno implementa para prevenir la violencia, como los centros urbanos de bienestar y oportunidades (CUBO), de los cuales el presidente Bukele inauguró seis la semana pasada.
El alto jerarca católico no es la única persona que destaca la mejora en la seguridad como algo que transforma la vida de las personas. Médicos, enfermeras y promotores de salud también señalan que los nuevos niveles de seguridad que existen en las comunidades favorecen de manera sustancial el desempeño de sus funciones. Ahora ya no temen entrar a las unidades de salud ubicadas en lugares que antes las pandillas controlaban, porque ahora es el Estado el que ejerce control y hay plena libertad de movimiento.
Lo que para muchas personas ha sido lo más natural del mundo, como pedir una pizza a domicilio, se ha vuelto realidad en aquellas colonias de Soyapango en las que las empresas estaban vetadas y no podían ingresar porque las pandillas no lo permitían o para evitar poner en riesgo la vida y la seguridad de sus colaboradores. Es en estas pequeñas cosas, esta normalidad recuperada, la que los salvadoreños valoran y reconocen al Gobierno. Esta es en realidad la verdadera transformación en seguridad que por tantos años se prometió y jamás fue cumplida, hasta ahora, con el presidente Bukele.