Las fiestas patronales de El Salvador se llevaron a cabo en un ambiente de seguridad y tranquilidad como pocas veces en la historia, gracias al éxito de las políticas de seguridad implementadas por el Gobierno del presidente Nayib Bukele.
Antes de la llegada de Bukele al Gobierno, los días de festejos eran motivo de preocupación por el aumento de los homicidios. Era una macabra tradición que durante los fines de semana los asesinatos se multiplicaban y en los días feriados la situación se complicaba aún más.
Era parte del terror implementado por las pandillas en las comunidades a las que los sucesivos gobiernos de ARENA-FMLN les entregaron el control como parte de los oscuros pactos y negociaciones que estos partidos corruptos hicieron con los criminales.
Poco antes de entrar a las vacaciones, el Gobierno anunció el cerco de seguridad en el departamento de Cabañas, ya que las investigaciones policiales y de inteligencia habían detectado que en sus zonas rurales los pandilleros habían instalado refugios ante la persecución del delito ejecutada sin tregua en los centros urbanos.
Gracias a estas acciones, los cuerpos de seguridad pública han logrado detener a numerosos mareros e incluso a cabecillas de los remanentes de las organizaciones criminales.
Como producto de estas políticas, El Salvador está viviendo la época más segura en la historia.
El sábado no se registró ni un solo asesinato, por lo que agosto inicia manteniendo la tendencia a la baja en homicidios que se ha venido sosteniendo desde que inició 2023. El pasado julio finalizó con 23 jornadas con cero homicidios en El Salvador, lo que lo convirtió en el mes más seguro en toda la historia nacional.
De este modo, 2023 ha sido el año en que se ha confirmado la reducción histórica de la violencia en El Salvador. El año comenzó con un enero que contabilizó 22 días sin homicidios, un récord qué cayó en julio.
Con este nuevo ambiente de seguridad, el país registra un turismo sin precedentes, dada la posibilidad de recorrer todo el territorio sin temor alguno, permitiendo dinamizar la economía en pequeños pueblos y en las zonas que más atraen visitantes.
Únicamente los aliados de los pandilleros se quejan del Plan Control Territorial y del régimen de excepción, las medidas legales que han permitido a todo un pueblo conquistar verdaderamente.