El Proyecto Sistemas Agroforestales Adaptados al Corredor Seco Centroamericano Agro-innova, favorece a los productores para que eleven la capacidad de producción agrícola con prácticas innovadoras y los fortalece ante la vulnerabilidad del cambio climático.
Uno de los beneficiados es Agustín Marroquín, de Chalchuapa, en Santa Ana, quien con el apoyo del proyecto se ha convertido en uno de los ejemplos de cómo los productores pueden tecnificarse, adoptar medidas resilientes y diversificar los cultivos, así como de cosecha alimentos para mejorar su dieta alimenticia y para comercializarlos.
El éxito de las parcelas de estos productores se debe a las alianzas y a la eficiencia en la asistencia técnica entre diferentes instituciones del Gobierno, así como de la Unión Europea en El Salvador (UE) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
El embajador de la UE en El Salvador, y ante el Sistema de la Integración Centroamericana, Francois Roudié, recalcó que Agroinnova se desarrolla en Centroamérica con un monto de $6 millones, con los que fomenta la innovación en los pequeños productores.
«Lo primero es lograr una alianza y la confianza, conocerse, trabajar juntos porque tenemos un objetivo en común y aliarnos cooperante internacional, asistencia técnica, expertos y actores locales motivados», explicó Roudié.
El diplomático también indicó que trabajan junto al MAG con el uso de herramientas digitales y satelitales para potenciar esa visión de innovación en los productores salvadoreños.
Por su parte, el titular de Agricultura, Óscar Guardado, comentó que dicha transferencia de tecnología e innovación que realizan junto a los agricultores permitirá desarrollar una agricultura de alta intensidad y abastecer los mercados nacionales de productos frescos.
«Estamos realizando grandes esfuerzos y lo que tenemos que hacer es sistematizarlos, apoyarlos y continuar con la asistencia técnica», dijo el funcionario.
Mientras tanto el representante del IICA en El Salvador, Erick Quirós, subrayó que en el caso de El Salvador el proyecto se concentró en apoyar a los pequeños productores de granos básicos y vulnerables ante el cambio climático, a través del acompañamiento con asistencia técnica del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (Centa), para lograr una transformación de sus unidades productivas a sistemas agroforestales que tengan mayores niveles de diversificación con tecnologías simples, pero de alto impacto.