El programa Sembrando Vida del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) ha beneficiado a un grupo de productores de Jiquilisco, Usulután, para que desarrolle una nueva forma de elaborar biofertilizante.
El proyecto tiene el apoyo de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid), con la cual se llevan a cabo escuelas de campo para los productores salvadoreños.
El programa busca tecnificar a los productores, diversificar sus parcelas y encontrar métodos más amigables con el medioambiente, como la creación de biofertilizantes.
«Con las capacitaciones para la elaboración de fertilizante orgánico ya no hacemos el gasto en abonos químicos. Ese dinero que nos queda nos ayuda a otros gastos de la familia», expresó César Hernández, agricultor de Jiquilisco y participante de estas escuelas de campo.
Además, Hernández añadió que el dinero ahorrado lo invertirá en la educación de sus hijos. Ulises Ramírez, técnico extensionista del proyecto, explicó que en la escuela de campo se les ha enseñado a los productores la elaboración de biofertilizante con sales y estiércol de ganado y lo pueden utilizar en sus diferentes cultivos.
El fertilizante con productos orgánicos es una alternativa natural que busca el cuidado del medioambiente; además reducirá los costos para los productores.
«Nos sentimos agradecidos por el apoyo, es un proyecto bien diseñado, porque sí ha beneficiado a muchas familias. Hemos aprendido y hoy compartimos el conocimiento», dijo Hernández.
El agricultor añadió que estos conocimientos los estarán compartiendo con los grupos de las zonas en donde residen, con el objetivo de producir de forma más sana con productos orgánicos.