Bajo un mismo pronunciamiento, organismos internacionales lamentaron la muerte de la salvadoreña Victoria Esperanza Salazar, de 36 años, quien fue asesinada brutalmente el sábado por cuatro agentes en Tulum, Quintana Roo, en México, y llaman a las autoridades mexicanas a esclarecer lo antes posible este caso aplicando el Protocolo de Minnesota para la investigación de muertes potencialmente ilícitas.
La Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres en México (ONU Mujeres), la Organización Internacional para las Migraciones en México (OIM), la Oficina en México de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) exigieron un compromiso para transparentar el caso que está siendo investigado como feminicidio.
El protocolo al que evocan las instituciones es la máxima representación de derechos humanos de la ONU para investigar muertes ilícitas, arbitrarias e inhumanas. Cuatro policías fueron detenidos ayer y podrían enfrentar hasta 50 años de cárcel por el asesinato de Victoria. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador aceptó ayer que la muerte de la salvadoreña cae en un acto vergonzoso.
El oficial nacional de comunicación de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Alberto Cabezas, dijo que condenan la muerte de Salazar por tratarse de un caso como migrante y mujer, expuesta a la vulneración. Esperan que las autoridades se apeguen a «los instrumentos que obligan a mantener los principios de legalidad, proporcionalidad y precaución en el empleo de la fuerza por parte de las autoridades hacia migrantes, solicitantes de asilo y refugiados».
«Cuando hablandomos de personas migrantes hablamos de personas vulnerables y que pueden ser víctimas de violencia, robo, de tráfico de personas, violencia sexual y crimen organizado», manifestó a «Diario El Salvador».
«Desde Naciones Unidas siempre solicitamos que se detenga todo el uso excesivo de fuerza contra migrantes, solicitantes de asilo o refugiados durante cualquier fase del proceso migratorio que se encuentra», agregó.
Victoria Salazar había emigrado a México en 2017 y contaba con una visa de protección humanitaria. Irónicamente, falleció el sábado pasado mientras era sometida boca abajo por cuatro policías en Tulum. Los agentes utilizaron la técnica de «rodilla al cuello» para inmovilizarla. El informe de la Fiscalía señaló que la connacional sufrió una lesión en la columna vertebral.
Cabezas dijo que Salazar se convirtió en víctima de un proceso donde se empleó de manera errónea y excesiva la fuerza ejercida contra ella, y que los agentes también hicieron caso omiso a su compromiso de proteger, precisamente, a las personas migrantes.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) con sede en México también condenó el asesinato contra la salvadoreña.
«La CIDH repudia los hechos que derivaron en la muerte de Victoria Salazar, mujer refugiada, quien, según información pública, perdió la vida por lesiones ocasionadas tras ser sometida violentamente por policías municipales de Tulum», dijo en Twitter.