¿Nos adaptamos o evolucionamos? Es por mucho una pregunta que surge en las grandes conversaciones empresariales y sociales alrededor del mundo. Pero para comprender mejor el término, debemos identificarlo primero y preguntarnos: ¿cómo podemos aplicarlo a nuestra realidad?
Comencemos por conocer ¿qué es la adaptación? Hay diferentes tipos de terminologías para la adaptación, pero en este artículo lo veremos de forma general. El término adaptar es acomodar o ajustar una cosa. La palabra adaptación es de origen latino: «adaptare», que significa «ajustar una cosa u otra»; compuesta del verbo «ad» que expresa «hacia» y el verbo «aptare» que figura como «ajustar o aplicar». Como podemos ver, la adaptación es el proceso de ajuste e ir hacia algo que influye en nuestra realidad. Ahora que conocemos el término general, nos toca encontrar el de la evolución.
¿Qué es la evolución? Bueno, así como la adaptación hay muchos términos para esta palabra, pero en este caso la definiremos en términos generales. Entonces, ¿qué es la evolución? Según el diccionario Oxford, la evolución es: el cambio o la transformación gradual de algo, como un estado, una circunstancia, una situación, ideas etcétera. O el movimiento de una persona, animal o cosa que se desplaza de un lugar a otro. Entonces, podemos decir que la evolución en términos generales es el cambio o transformación hacia una meta.
Como podemos observar hay una línea muy delgada entre esos dos términos se podría decir que se parecen un poco, ¿cierto? Pero entonces, ¿cuál sería la ideal? En términos empresariales, de emprendimiento y sociabilidad podemos decir que van de la mano. ¿Por qué? Bueno, cuando vienen cambios lo mejor es adaptarnos a ellos, tal como dice la adaptación: podemos ajustarnos para lograr siempre nuestro propósito, objetivo o meta. Entonces cuando las personas nos adaptamos mejor a esos cambios que trae la tecnología, la economía, la sociedad siempre podemos lograr nuestros objetivos entendiendo las nuevas formas de hacer las cosas y esos cambios adaptativos nos hacen evolucionar, puesto que la evolución es la transformación que cada uno de nosotros experimentará cuando nos adaptemos a esos cambios. ¿Por qué podemos decir que vamos a evolucionar? Porque tendremos diferentes herramientas, hábitos, actitudes y personalidad que anteriormente no teníamos entonces evolucionamos como individuos y como empresas.
Para muestra un botón, ya casi han pasado dos años de como la sociedad se adaptó a vivir con la pandemia de la COVID-19. Sabemos que todo lo nuevo al principio causa miedo, pero el ser humano, las empresas y la sociedad se adaptaron a esa nueva realidad, se ajustaron a las nuevas normas y a los parámetros para convivir y moverse a través de ella, y al aceptarla evolucionamos. ¿Por qué? Porque hicimos cosas nuevas, nos adaptamos a nuevas facetas de enseñanza, emprendimiento, trabajo, sociabilidad y salud. Incluimos en nuestros repertorios cosas que posiblemente sin el empujón del virus no hubiéramos implementado jamás en nuestras vidas rutinarias.
Ahora tenemos una nueva realidad, El Salvador es un referente mundial con la innovación, y como sociedad sabemos que estamos con nuevos retos donde la adaptación, si la vemos con términos positivos, nos hará personas diferentes y al aprender nuevas formas de hacer las cosas que nos hará evolucionar aprovechando nuevas oportunidades de crecimiento, emprendimiento e implementación empresarial.
Entonces evitemos el miedo, capacitémonos, informémonos para no apagar esa llama que va creciendo cada vez más, más bien seamos agentes del cambio que necesita la sociedad, la empresa y los emprendedores, solo así podremos adaptarnos y evolucionar.