Aplicada, colaboradora y amigable, así describen los alumnos del Instituto Nacional Joaquín Ernesto Cárdenas (Injecar) a Adela Melanie Flores Morejón, de 20 años, estudiante no vidente que cursa el primer año de Bachillerato General en la institución.
Comenzó sus estudios a los 12 años en la Escuela de Educación Especial Licda. Elda Ofelia Campos de Castellón, donde se alfabetizó con el método braille. «La maestra fue muy amable, me recibió, enseñó y ya en un cierto tiempo yo ya sabía leer y escribir», comenta la joven.
Posteriormente se incorporó al sistema regular y este año comenzó sus estudios de educación media, pero para llegar a donde se encuentra, Adela dejó atrás algunas limitaciones.
«En un principio no quería, porque acuérdese que uno cuando ha sido ciego de nacimiento no estudia y todo eso, pasa un proceso de depresión, el no aceptarse y pasa en la mente. ¿Y eso a mí para qué me va a servir?, pero logré salir de todo eso», cuenta la joven, que aspira a graduarse de bachiller y ubicarse en el sistema laboral.
La joven migueleña se ha integrado muy bien con sus compañeros de clases y maestros.
«Es una persona muy amable, convive con todos en el grado y en la institución. Es aplicada y se relaciona bien con los estudiantes y docentes. Uno no está muy acostumbrado a compartir con una persona no vidente, pero es una buena experiencia», comentó Noé Iglesias, de 15 años, compañero de clases.
Gracias a los cursos de habilitación laboral que imparte el Injecar, ha desarrollado su pasión por la música y está dispuesta a aprender a tocar piano.
«He estado practicando y como eso es más fácil a puro tacto, uno entiende. Me gusta cantar y realmente la idea es demostrarles a las personas que uno a pesar de que tiene su discapacidad visual, auditiva o física, lo puede hacer. Si Dios le da a uno ese don hay que saber usarlo», comenta.
Uris Arriaza, director del centro de estudios, recuerda que en la institución han atendido a tres señoritas no videntes en los últimos 10 años.
Reconoce como maestro que es un reto el enseñar a estos alumnos, ya que poco o nada conocen del sistema braille, pero los docentes están dispuestos a apoyar de la mejor manera.