Albert Bandura, psicólogo reconocido por su trabajo sobre la teoría del aprendizaje social, planteó que las personas pueden aprender unas de otras a través de procesos diferentes, adicionales al reforzamiento en el condicionamiento, que también se aprende por la observación o la imitación, esto es conocido como modelado o modelamiento. Hasta julio de 2021, Bandura fue el psicólogo más citado por sus aportes a la ciencia y que estaba con vida, ahora está entre los cuatro más citados después de Skinner, Freud y Piaget.
Un experimento muy importante de Bandura fue «el muñeco bobo», que consistía en identificar si los niños aprendían a ser agresivos por ver a otras personas comportarse así, para el experimento se eligieron a niños de entre tres y seis años, se hicieron tres grupos, se llevó a cada niño individualmente a una sala donde había varios juguetes y un muñeco bobo. Este muñeco es un inflable que mantiene su posición vertical a pesar de los movimientos o golpes; se tuvo un grupo de control, donde a los niños simplemente se los dejó jugar, uno agresivo en el que mientras el niño jugaba un adulto interactuaba con el muñeco bobo en una esquina atacándolo con un martillo; y uno no agresivo en el que también estaba un adulto pero jugaba tranquilamente; finalmente se llevó a los niños a otra habitación donde habían varios juguetes, también un muñeco bobo y un martillo, se les dijo a los niños que había juguetes reservados con los que no podían jugar, pero sí con el resto. En este experimento quedó en evidencia que los niños que habían visto la conducta agresiva de un adulto, se comportaron igual, mientras los otros no. Bandura determinó cuatro condiciones necesarias para llevar a cabo el aprendizaje por observación, que son atención, retención, reproducción y motivación.
El experimento comprobó que en gran medida aprendemos conductas por el ejemplo de los demás, conductas que se han regularizado en los entornos donde nos desenvolvemos, sobre todo si los consideramos representativos. Esto quiere decir que entre más actuemos con amabilidad, respeto, comprensión o paciencia, será lo que recibiremos y lo que estaremos multiplicando; si cada uno actuara de una forma particularmente positiva con las personas que convivimos, cada persona aprendería de nuestras acciones y no solo obtendríamos lo mismo, esa persona contagiaría a otra, y así sucesivamente.
Las empresas desean mejorar sus culturas organizacionales, se capacita al personal y se busca multiplicar el conocimiento; está claro que con el ejemplo y la constancia es como se afirma lo que se desea transferir, que se asimile y que perdure. Es importante capacitar al personal en habilidades blandas, y aún más importante que los jefes, coordinadores y supervisores sean los que den el ejemplo para llevar a cabo el verdadero cambio en las empresas, porque una buena parte del personal puede cambiar y mejorar gracias al modelaje.
Deseamos un futuro mejor para las próximas generaciones, pero esto no aparecerá de la nada, cada uno debemos iniciar en este momento las acciones apropiadas para que eso realmente suceda. Cuando de verdad se quiere lograr algo, se hace con gusto, y con la seguridad de que estamos haciendo lo necesario para que el resultado llegue. Gracias a Bandura la ciencia lo ha comprobado, solo falta actuar.