El lunes 26 de julio, el presidente de CEPA, Federico Anliker, entregó junto al ministro de Obras Públicas y de Transporte, Romero Rodríguez, y el presidente de PROESA, Salvador Gómez, la iniciativa del proyecto para la autorización de contrato para la modernización y ampliación de la terminal de carga en el Aeropuerto Internacional de El Salvador, a la Comisión de Economía de la Asamblea Legislativa.
El Gobierno salvadoreño trabaja de manera articulada para convertir la terminal de carga aérea en un hub logístico a nivel regional, trayendo consigo desarrollo económico y comercial del país.
«Es importante aclarar que esta no es una privatización, al contrario, estos mecanismos innovadores nos traerán ventajas porque el activo siempre le pertenece al Estado, la soberanía y la autoridad siempre la tiene el Estado salvadoreño», señaló Federico Anliker.
El proyecto comprende de dos fases; la primera es el financiamiento, diseño, ampliación, construcción, equipamiento, mejora del mantenimiento y operación de la infraestructura existente, con presupuesto de $13.3 millones, un plazo hasta de 15 años, y el incremento de la carga actual de 26,000 a 52,000 toneladas métricas.
La fase dos implica financiamiento, diseño, construcción, equipamiento, mantenimiento y operación de una nueva terminal de carga, con presupuesto de $49 millones aproximadamente, un plazo de 20 años, incrementar la carga de 52,000 a 73,000 toneladas métricas como mínimo.
Si la demanda de la terminal de carga alcanza las 47,000 toneladas métricas anuales en cualquier momento antes de finalizar el año 14 del contrato, CEPA podrá activar la opción de la construcción de la fase 2.
«El proyecto traerá grandes beneficios para las exportaciones e importaciones; impulsando el crecimiento económico», dijo el diputado Rodrigo Ayala.
Esto mejoraría y extendería la infraestructura de la terminal de carga aérea permitirá manejar volúmenes mayores de cargamento, ser más atractivos a empresas internacionales, generar fuentes de empleo, informan las autoridades.