Están en todas partes: en nuestros teléfonos inteligentes, en nuestras tabletas, en los marcapasos. Pero es en la industria automovilística, sector en plena transformación, donde las baterías eléctricas representan una verdadera apuesta para la transición energética.
¿Para qué sirven? ¿Quién las fabrica? ¿Cuáles son sus límites? He aquí todo lo que hay que saber sobre las baterías eléctricas.
Las baterías recargables de los coches eléctricos funcionan hoy en día con las células de iones de litio. Se componen de litio, cobalto y oxígeno en su electrodo positivo, y grafito en su electrodo negativo. En el medio hay un líquido donde circula el litio.
El movimiento de los electrones y del litio provoca una reacción eléctrica que permite hacer funcionar un aparato o recargarlo.
La principal ventaja del vehículo eléctrico es su economía de CO2, lo que contribuye a reducir el efecto invernadero, explica Xavier Mosquet, director asociado de la firma BCG.
«Hoy en día, los principales fabricantes mundiales de baterías son chinos, coreanos y japoneses», afirma el especialista, mientras que Europa representa solo el 1 % de la producción mundial.
China, que conforma la mitad de las ventas mundiales de coches eléctricos, cuenta con dos tercios de la capacidad mundial de producción de células.
Entre los principales fabricantes mundiales se destacan el chino Contemporary Amperex Technology (CATL), el japonés Panasonic o el surcoreano LG Chem. Tesla ha instalado su Gigafactory, una enorme fábrica de baterías de litio, en Nevada, Estados Unidos.
Inversión masiva en un mercado en expansión
A pesar de que el mercado automovilístico se ve afectado por la crisis sanitaria, las inversiones en baterías eléctricas se multiplican. Volkswagen anunció en mayo una inversión de $1,300 millones en un fabricante chino de baterías, Gotion High Tech.
Pero Europa está intentando abrirse paso. En diciembre del año pasado, Bruselas dio luz verde a un «Airbus de las baterías», con ayudas estatales de $3,780 millones.
En Francia, PSA y Saft, filial de Total, lanzaron una empresa conjunta (ACC) para producir baterías para vehículos eléctricos de aquí a 2023. Según BCG, el mercado mundial de baterías de automóviles podría alcanzar los $53,100 millones en 2027, entre un 20 % y un 30 % en Europa.
Impacto Ambiental
A menudo se reprocha que las baterías de los coches eléctricos no ofrecen una autonomía suficiente, en comparación con los motores térmicos (diésel o gasolina), lo que constituye el principal freno de la compra.
El número de puntos de recarga y el tiempo para ello también son objeto de debate. Otro punto sensible es el impacto social y medioambiental. La extracción del cobalto, uno de los componentes de las baterías, «plantea un problema en términos de violación de los derechos humanos», señala Sabine Gagnier, encargada de defensa legal en Amnistía Internacional.
La oenegé llevó a cabo un estudio en la República Democrática del Congo que demostró que se recurre a niños para extraer cobalto de las minas. El país africano «representa el 50 % de los recursos a escala mundial», añade.