Bill Gates, cofundador de Microsoft, se reunió este viernes en Pekín con el presidente chino, Xi Jinping, durante una visita destinada a apoyar los esfuerzos de China en materia de investigación médica.
El encuentro, anunciado por la televisión estatal china, es muy poco habitual para un empresario estadounidense. En los últimos años, solo unos pocos fueron recibidos individualmente por Xi, entre ellos el jefe de Apple, Tim Cook, y el de Amazon, Jeff Bezos.
El encuentro se produce dos días antes de la esperada visita del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en un contexto de fuertes tensiones diplomáticas entre Pekín y Washington.
«Usted es el primer amigo estadounidense con el que me reúno este año». «Siempre hemos puesto nuestras esperanzas en el pueblo estadounidense y esperamos que continúe la amistad entre los dos pueblos», dijo Xi Jinping, citado por los medios estatales chinos.
Bill Gates fue recibido como copresidente de la Fundación Bill y Melinda Gates.
El magnate y filántropo llegó a China el miércoles por la noche y explicó que había venido para reunirse con socios en temas de salud y desarrollo.
Su fundación anunció el jueves que donaría 50 millones de dólares para apoyar los esfuerzos chinos en la lucha contra enfermedades como la malaria y la tuberculosis.
Estas enfermedades «afectan de manera desproporcionada a los países más pobres del planeta», subrayó la fundación.
«Grandes progresos»
El empresario estadounidense, uno de los hombres más ricos del mundo, se encuentra en China por primera vez desde 2019 para reunirse con socios de su fundación.
La fundación también renovará su cooperación con el Instituto de Descubrimiento de Medicamentos para la Salud Mundial (GHDDI) -fundado en Pekín por Bill Gates -, las autoridades municipales de Pekín y los responsables de la prestigiosa universidad Tsinghua.
«China ha hecho grandes progresos en la reducción de la pobreza y la mejora de la salud en el país», dijo Gates el jueves en un discurso en el GHDDI.
«Espero que China pueda desempeñar un papel aún más importante para hacer frente a los desafíos actuales, en particular los que enfrentan los países africanos», añadió.
Cuando estuvo en China en 2019, se reunió con la primera dama, Peng Liyuan, para hablar sobre el trabajo de su fundación en la prevención del sida.
En un viaje anterior, en 2018, había posado en Pekín junto a un recipiente lleno de excrementos para llamar la atención sobre la falta de inodoros en los países en desarrollo.
Seguidilla de empresarios
Gates se suma a un creciente número de empresarios occidentales que viajaron recientemente a la segunda economía mundial aprovechando su reapertura tras el fin de las restricciones anticovid.
Durante su visita en mayo, Elon Musk, el jefe de Tesla y SpaceX, fue recibido por varios ministros chinos y visitó la enorme fábrica de su marca de coches eléctricos en Shanghái, donde pudo hablar con el personal.
El director general del banco JPMorgan Chase, Jamie Dimon, visitó el país a principios de este mes, mientras que el de Apple, Tim Cook, estuvo en Pekín en marzo. Allí había elogiado la relación «simbiótica» de su empresa con China.
Otros representantes de grandes empresas estadounidenses como Starbucks o General Motors también han ido a China en las últimas semanas para reunirse con altos funcionarios del gobierno chino.
Los viajes de negocios se han reanudado desde que China abandonó su política sanitaria denominada «cero covid» y reabrió sus fronteras este año.