Bolivia confirmó este miércoles la presencia en su territorio de la variante británica de la COVID-19 y todavía investiga si también circula la brasileña, según declaraciones del viceministro de Salud, Álvaro Terrazas.
Tras enviar las muestras de varios pacientes enfermos a un laboratorio de Brasil, el centro indicó «la presencia de la variante británica. Está confirmada la presencia en el país», informó Terrazas.
El viceministro señaló que «la variante británica tiene mayor transmisibilidad, pero las tasas de letalidad son menores», y que se esperan los resultados de las muestras enviadas a Brasil y Argentina para certificar si también se identifica la que mutó en suelo brasileño.
Ambas variantes surgieron a finales del año pasado en el sur de Inglaterra y en la Amazonía brasileña, respectivamente.
La presencia de la cepa británica se registró en muestras procedentes del departamento de Santa Cruz, situado en el este de Bolivia y fronterizo con Brasil.
El presidente del Colegio Médico de Santa Cruz, Wilfredo Anzoátegui, no ocultó su sorpresa al conocer la información oficial.
«No sabíamos nada, el gobierno hasta ahora no pone un laboratorio que sea capaz de identificar las diferentes variantes», afirmó el doctor, citado por el diario El Deber.
Respecto a la cepa brasileña, el viceministro Terrazas afirmó que por ahora no se puede «descartar ni confirmar, hasta que no tengamos el secuenciamiento genético».
Bolivia mantuvo parcialmente cerradas sus fronteras con el país vecino durante las dos últimas semanas, y exige a todos los visitantes extranjeros que presenten certificados médicos contra la COVID-19, seguros de salud y que cumplan una cuarentena de diez días.
El país sudamericano, con 11,5 millones de habitantes, acumula más de 291,670 contagios por el virus y supera los 12,690 fallecidos.
Los servicios departamentales de salud advirtieron, además, una tendencia de incremento de casos y alertaron de que Bolivia está a las puertas de una nueva ola.