Con la posibilidad de una nueva administración en manos de los demócratas en Estados Unidos, Óscar Chacón, director ejecutivo de Alianza Américas, una de las organizaciones que lucha por los derechos de los inmigrantes con presencia en más de 40 estados del país norteamericano, reiteró que tratarán de revertir la «narrativa» de asociar la migración con una amenaza.
«Por años ha habido una política de exclusión, restricción e incluso castigo, que han sido los criterios centrales para el desarrollo de la política exterior».
comentó Chacón durante la jornada de la 5.ª Semana del Desarrollo Territorial 2020, en el análisis del impacto de la COVID-19 en los procesos migratorios y la desigualdad en el Triángulo Norte de Centroamérica.
Para Chacón es indispensable que el Gobierno logre entender que la migración no sucede de manera «mágica», sino que hay factores sociales y políticos que son los detonantes que impulsan los flujos migratorios, con la esperanza de encontrar una mejor vida y estabilidad económica en EE. UU.
«Hay que lograr conseguir una acción nacional de cómo abordar los flujos migratorios y los factores que promueven la migración [en esta nueva administración]», se refirió Chacón.
Para el directivo de Alianza Américas, de nacionalidad salvadoreña, ni la construcción del muro o las políticas establecidas por el presidente Donald Trump lograron frenar lo que tanto anhelaba: las movilizaciones irregulares. Algo que solo la pandemia pudo hacer, dijo.
«Si bien la pandemia ha tenido ese efecto de detener el flujo, esto no quiere decir que las condiciones que han dado origen a la migración de personas de Centroamérica en busca de mejores oportunidades económicas, sociales, políticas y muchas veces de protección de su vida hayan desaparecido», reiteró.
La opinión de Chacón sobre las causas de la migración se reflejan en los reportes de la Dirección General de Migración y Extranjería de El Salvador (DGME), del 1.º de enero al 16 de noviembre del corriente año, donde se evidencia que al menos 4,488 personas retornadas confirmaron que su traslado al extranjero se debía a factores económicos. Otras 1,148 personas retornadas señalaron que se debía a la inseguridad y 1,288 para reunificación familiar.
Chacón no duda que una vez pase la pandemia, los grupos seguirán buscando el «sueño americano».
Vicki Gass, asesora principal de políticas para América Central y México de Oxfam, un movimiento mundial de personas que trabajan juntas para acabar con la injusticia de la pobreza, señaló que la crisis por el coronavirus «desnudó» otras pandemias en Centroamérica, como la corrupción, las políticas fiscales regresivas y la falta de inversión.
En cuanto al impacto de la COVID-19, dijo que los países ya experimentan un aumento en la pobreza, la inequidad, los pagos de deuda interna y externa y la violencia, lo que conlleva a oportunidades de corrupción, violaciones de derechos humanos y migración forzada.
De acuerdo con Gass, la región centroamericana urge de políticas y acciones de desarrollo dirigidas concretamente a la asistencia humanitaria, a la protección social, a los mecanismos de supervivencia y al control sobre la ayuda y la inversión en el sector rural y las mujeres.